El Estado venezolano sigue con su lucha en contra de los latifundios, rescatando las tierras para la producción agraria y para reivindicar la condición humana de los campesinos, en una serie de acciones soberanas que se encuentran enmarcadas en la Constitución Nacional, el estado de derecho y el sistema democrático socialista.
47 fundos al sur del Lago de Maracaibo, que comprenden municipios de los estados Zulia, Mérida y Táchira, fueron recuperados por el Gobierno Revolucionario y el poder popular en el marco de la nueva visión geopolítica estratégica. Con esta decisión soberana se dignifica la calidad de vida de los trabajadores de las fincas y sus familiares, se frena la explotación laboral y se emprenderán nuevos proyectos productivos en los que las comunidades serán protagonistas.
Como siempre, la oposición burguesa y radical quería un baño de sangre entre los dueños de los fundos y el Gobierno Nacional y hasta llegaron a hablar de que los hacendados estaban armados con fusiles y que el Ejecutivo arremetería con la Guardia Nacional Bolivariana. Afortunadamente, nada de esto pasó y lo que se impuso fue la cordura.
Así quedó demostrado tras la reunión entre el señor Jesús Meleán, propietario del fundo de 28 mil hectáreas El Peonío, con el ministro de Agricultura y Tierras, Juan Carlos Loyo, primero, y luego con el Vicepresidente Ejecutivo de la República, Elías Jaua Milano. Los elogios de parte y parte fueron hechos públicos. Meléan, al desmentir rumores de enfrentamientos, afirmó que lo que hubo alrededor de su finca fueron “brolleros que quisieron embrollar”; y Jaua añadió que “se impuso la racionalidad del señor Meleán, quien entendió que en Venezuela hay un Gobierno al que se le tienen que respetar las decisiones que tome”.
Una vez más, la administración del Presidente Hugo Chávez actuó con firmeza para reconstruir toda la zona del Sur del Lago, donde los grandes latifundistas han contribuido a establecer grandes desigualdades y consecuentemente la pobreza estructural a los habitantes de la zona. La medida irreversible de rescate de las tierras conlleva el avalúo de las bienhechurías, de los animales y de toda la estructura de la finca, además de garantizar la estabilidad laboral de los trabajadores.
La oposición y sus medios de comunicación intentaron crear zozobra y hacer ver que se trataba de un irrespeto a la propiedad privada; no obstante, el pueblo está consciente que es una medida para construir un nuevo modelo productivo enmarcado en el socialismo en unas tierras en las que, en pleno siglo XXI; aún subsiste un feudalismo con raíces ancentrasles en una burguesía retrógrada que se niega a perder sus privilegios.
Con el rescate de estos 47 fundos se garantiza la soberanía alimentaria y se dignifican a los trabajadores del campo, objetivos prioritarios del Gobierno de la mayoría del pueblo, que cada vez obtiene más conquistas para su independencia.
Como siempre, la oposición burguesa y radical quería un baño de sangre entre los dueños de los fundos y el Gobierno Nacional y hasta llegaron a hablar de que los hacendados estaban armados con fusiles y que el Ejecutivo arremetería con la Guardia Nacional Bolivariana. Afortunadamente, nada de esto pasó y lo que se impuso fue la cordura.
Así quedó demostrado tras la reunión entre el señor Jesús Meleán, propietario del fundo de 28 mil hectáreas El Peonío, con el ministro de Agricultura y Tierras, Juan Carlos Loyo, primero, y luego con el Vicepresidente Ejecutivo de la República, Elías Jaua Milano. Los elogios de parte y parte fueron hechos públicos. Meléan, al desmentir rumores de enfrentamientos, afirmó que lo que hubo alrededor de su finca fueron “brolleros que quisieron embrollar”; y Jaua añadió que “se impuso la racionalidad del señor Meleán, quien entendió que en Venezuela hay un Gobierno al que se le tienen que respetar las decisiones que tome”.
Una vez más, la administración del Presidente Hugo Chávez actuó con firmeza para reconstruir toda la zona del Sur del Lago, donde los grandes latifundistas han contribuido a establecer grandes desigualdades y consecuentemente la pobreza estructural a los habitantes de la zona. La medida irreversible de rescate de las tierras conlleva el avalúo de las bienhechurías, de los animales y de toda la estructura de la finca, además de garantizar la estabilidad laboral de los trabajadores.
La oposición y sus medios de comunicación intentaron crear zozobra y hacer ver que se trataba de un irrespeto a la propiedad privada; no obstante, el pueblo está consciente que es una medida para construir un nuevo modelo productivo enmarcado en el socialismo en unas tierras en las que, en pleno siglo XXI; aún subsiste un feudalismo con raíces ancentrasles en una burguesía retrógrada que se niega a perder sus privilegios.
Con el rescate de estos 47 fundos se garantiza la soberanía alimentaria y se dignifican a los trabajadores del campo, objetivos prioritarios del Gobierno de la mayoría del pueblo, que cada vez obtiene más conquistas para su independencia.
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