“El pensamiento crítico es un proceso mediante el cual se usa el conocimiento y la inteligencia para llegar de forma efectiva a la posición más razonable y justificada sobre un tema y en la cual se procura identificar y superar las numerosas barreras u obstáculos que
los prejuicios o sesgos introducen”. (Organización Buenas Ideas,2011).
“El pensamiento crítico es un elemento importante para el éxito en la vida” (Huitt, 1993; Thomas y Smoot, 1994); y vital para el revolucionario del siglo XXI. Este debe ser contrastado con el no-critico, habitual o rutinario.
No debemos dejar que los hechos o detalles nos impidan recorrer ardua disposición el camino hacia la verdad. Hoy en día los opositores utilizan en demasía la manipulación para mediáticamente atacar al presidente Hugo Chávez.
Sin embargo, en tiempos de revolución el pueblo ha aprendido a manejar las herramientas del pensamiento crítico, por tanto, ya no se deja influenciar mayoritariamente por las falacias fabricadas por los oposicionistas en sus laboratorios de información.
Hugo Chávez ha señalado que el pensamiento crítico apunta a la raíz de los problemas y que por eso la Revolución Bolivariana requiere de conciencia crítica para crecer, para expandirse.
A su juicio, hay que afinar todos los cañones del pensamiento, desde los más pequeños hasta los más grandes y disparar y disparar por todas partes las ideas críticas del pensamiento liberador, del pensamiento que salvará la especie humana del otro tergiversado que utilizan tanto los oposicionistas como el imperio y que tanto daño ha causado.
Reglas para un pensamiento crítico:
Reunir toda la información.
Profundizar. Aprender lo más posible antes de tomar una decisión.
Entender objetivamente todos los conceptos. Desconfiar de la
información anecdótica. Poner en práctica la tormenta de ideas.
Analizar la fuente. Determinar si las conclusiones están apoyadas en los hechos.
Analizar causas y efectos que puedan estar ocultos.
Evitar pensamientos simplistas.
Académico, profesional, trabajador, estudiante, ama de casa u obrero, el verdadero revolucionario deberá utilizar su pensamiento crítico en la creación de estrategias en la solución de problemas para beneficio del colectivo. Sólo será revolucionario si en efecto, por su comportamiento en la vida quien actúe teniendo como norte un cambio trascendental que vuelva realmente humano al hombre. Los buenos pensadores críticos están mejor equipados ideológicamente para tomar decisiones y resolver inconvenientes comparados con aquellos que carecen de esta habilidad.
El revolucionario, con su pensamiento crítico, es un combatiente, un defensor de la justicia y cultivador de la ciencia y la virtud.
Siempre será inevitable, a pesar de las zancadillas de la burguesía y de su eterna socia la derecha, propiciar la integración con aquellos pueblos que como el venezolano y otros latinoamericanos han decidido tomar parte activa en construir sus propios destinos, inspirándote en el legado de unos de los hombres con mayor pensamiento crítico de la historia, el Libertador Simón Bolívar.
Sin embargo, en tiempos de revolución el pueblo ha aprendido a manejar las herramientas del pensamiento crítico, por tanto, ya no se deja influenciar mayoritariamente por las falacias fabricadas por los oposicionistas en sus laboratorios de información.
Hugo Chávez ha señalado que el pensamiento crítico apunta a la raíz de los problemas y que por eso la Revolución Bolivariana requiere de conciencia crítica para crecer, para expandirse.
A su juicio, hay que afinar todos los cañones del pensamiento, desde los más pequeños hasta los más grandes y disparar y disparar por todas partes las ideas críticas del pensamiento liberador, del pensamiento que salvará la especie humana del otro tergiversado que utilizan tanto los oposicionistas como el imperio y que tanto daño ha causado.
Reglas para un pensamiento crítico:
Reunir toda la información.
Profundizar. Aprender lo más posible antes de tomar una decisión.
Entender objetivamente todos los conceptos. Desconfiar de la
información anecdótica. Poner en práctica la tormenta de ideas.
Analizar la fuente. Determinar si las conclusiones están apoyadas en los hechos.
Analizar causas y efectos que puedan estar ocultos.
Evitar pensamientos simplistas.
Académico, profesional, trabajador, estudiante, ama de casa u obrero, el verdadero revolucionario deberá utilizar su pensamiento crítico en la creación de estrategias en la solución de problemas para beneficio del colectivo. Sólo será revolucionario si en efecto, por su comportamiento en la vida quien actúe teniendo como norte un cambio trascendental que vuelva realmente humano al hombre. Los buenos pensadores críticos están mejor equipados ideológicamente para tomar decisiones y resolver inconvenientes comparados con aquellos que carecen de esta habilidad.
El revolucionario, con su pensamiento crítico, es un combatiente, un defensor de la justicia y cultivador de la ciencia y la virtud.
Siempre será inevitable, a pesar de las zancadillas de la burguesía y de su eterna socia la derecha, propiciar la integración con aquellos pueblos que como el venezolano y otros latinoamericanos han decidido tomar parte activa en construir sus propios destinos, inspirándote en el legado de unos de los hombres con mayor pensamiento crítico de la historia, el Libertador Simón Bolívar.
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