La canalla mediática opositora vuelve al ataque con el trillado tema de la libertad de expresión en el país y, para ello, aprovecha el 141º período de sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que este año debate sobre este asunto y sus limitaciones en Haití, Nicaragua, Honduras y supuestamente Venezuela, del 25 de marzo hasta el 1º de abril. Dirigentes del Colegio Nacional de Periodistas (CNP), El Nacional y Globovisión, como siempre, quieren promover protestas por el cese de transmisiones de la emisora Carabobo Stereo, de la citada entidad regional, pero no le dicen a la colectividad en general el por qué Conatel decidió ejercer acciones legales plenamente justificadas contra esta radio.
Carabobo Stereo estaba fuera de la ley y no contaba con la permisología del ente rector de las telecomunicaciones en Venezuela para operar; lo cual la convirtió en una radio clandestina o pirata. La misma situación se presenta con varias emisoras en diferentes estados del país contra las cuales Conatel todavía no ha tomado los correctivos, pero ya la directiva del CNP y de las empresas de tergiversación de la información anteriormente citadas han amenazado con acciones “radicales”, entre ellas huelgas de hambre y cierre de calles, si la ilegal emisora del Cabriales no regresa al aire.
No obstante, importantes radiodifusores se han manifestado en total acuerdo con la medida de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones, pues se trata de ponerle coto a la proliferación de empresas privadas dedicadas al ramo de la comunicación que no cumplen con los requisitos de ley para operar y menos para pagar impuestos al fisco nacional, propendiendo a una competencia desleal contra circuitos o emisoras establecidos que si cumplen con todos los parámetros legales. Quienes han avalado la suspensión de actividades de Carabobo Stereo han sido Antonio Serfaty, del Circuito Unión Radio; Peter Taffin, del Circuito Rumbera Network; Oswaldo Yépez, del Circuito KYS; y Rodolfo Rodríguez Miranda de los Circuitos AM y FM Center.
En nota de prensa que reprodujo el diario Últimas Noticias este domingo 20/03/11, en su página 14, podemos leer que “Oswaldo Yépez, del Circuito KYS, dijo que "no es un atentado contra la libertad de expresión", mientras que Peter Taffin, de Rumbera Network, expresó que "la radio clandestina es nociva para las telecomunicaciones". Rodolfo Rodríguez Miranda, del Circuito FM Center, aseveró "nosotros no apoyamos la ilegalidad" en tanto que Freddie Contreras, concesionario autorizado por Conatel y afectado por la frecuencia de Carabobo Stereo, mostró su satisfacción con la medida”. Como puede verse, importantes empresarios de la radio, que sí pagan sus impuestos y están al día con su documentación, respaldan la acción gubernamental y no se han sumado al coro de voces que quiere calentar la calle bajo la cacareada amenaza a la libertad de expresión.
La oposición extremista, visceral, que controla importantes medios de comunicación, quiere encender esta llama, provocar el candelero, para que Venezuela sea condenada en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, donde tiene sus tentáculos. Se trata, pues, de abrir otro frente de batalla, que suman a la supuesta huelga de hambre de estudiantes de derecha o “manitos blancas” y de pedir que queden impunes delitos cometidos por políticos procesados por la justicia venezolana. También se trata de abonar el terreno para una eventual intervención extranjera en nuestro país, aprovechando la coyuntura que se ha presentado en Túnez, Egipto y más recientemente en Libia.
La oposición nuevamente quiere hacer ver que en Venezuela se vive una situación similar a los de estos países, que estamos cercanos a una guerra civil, que no se respetan los derechos humanos fundamentales y que no existe estado de derecho y que por eso se hace necesario que Mister Obama se apiade de nosotros y nos intervenga, invada o nos mande a bombardear para salir de este rrrrrrégimen dictatorial de Chávez. Sigue la oposición errando cada vez que quiere desestabilizar el país cuando en realidad lo que tiene que presentar es un plan alternativo de gobierno, si es que reúne suficientes votos para regresar al poder.
No obstante, importantes radiodifusores se han manifestado en total acuerdo con la medida de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones, pues se trata de ponerle coto a la proliferación de empresas privadas dedicadas al ramo de la comunicación que no cumplen con los requisitos de ley para operar y menos para pagar impuestos al fisco nacional, propendiendo a una competencia desleal contra circuitos o emisoras establecidos que si cumplen con todos los parámetros legales. Quienes han avalado la suspensión de actividades de Carabobo Stereo han sido Antonio Serfaty, del Circuito Unión Radio; Peter Taffin, del Circuito Rumbera Network; Oswaldo Yépez, del Circuito KYS; y Rodolfo Rodríguez Miranda de los Circuitos AM y FM Center.
En nota de prensa que reprodujo el diario Últimas Noticias este domingo 20/03/11, en su página 14, podemos leer que “Oswaldo Yépez, del Circuito KYS, dijo que "no es un atentado contra la libertad de expresión", mientras que Peter Taffin, de Rumbera Network, expresó que "la radio clandestina es nociva para las telecomunicaciones". Rodolfo Rodríguez Miranda, del Circuito FM Center, aseveró "nosotros no apoyamos la ilegalidad" en tanto que Freddie Contreras, concesionario autorizado por Conatel y afectado por la frecuencia de Carabobo Stereo, mostró su satisfacción con la medida”. Como puede verse, importantes empresarios de la radio, que sí pagan sus impuestos y están al día con su documentación, respaldan la acción gubernamental y no se han sumado al coro de voces que quiere calentar la calle bajo la cacareada amenaza a la libertad de expresión.
La oposición extremista, visceral, que controla importantes medios de comunicación, quiere encender esta llama, provocar el candelero, para que Venezuela sea condenada en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, donde tiene sus tentáculos. Se trata, pues, de abrir otro frente de batalla, que suman a la supuesta huelga de hambre de estudiantes de derecha o “manitos blancas” y de pedir que queden impunes delitos cometidos por políticos procesados por la justicia venezolana. También se trata de abonar el terreno para una eventual intervención extranjera en nuestro país, aprovechando la coyuntura que se ha presentado en Túnez, Egipto y más recientemente en Libia.
La oposición nuevamente quiere hacer ver que en Venezuela se vive una situación similar a los de estos países, que estamos cercanos a una guerra civil, que no se respetan los derechos humanos fundamentales y que no existe estado de derecho y que por eso se hace necesario que Mister Obama se apiade de nosotros y nos intervenga, invada o nos mande a bombardear para salir de este rrrrrrégimen dictatorial de Chávez. Sigue la oposición errando cada vez que quiere desestabilizar el país cuando en realidad lo que tiene que presentar es un plan alternativo de gobierno, si es que reúne suficientes votos para regresar al poder.
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