AHORRO ENERGÉTICO: CONCIENCIA CIUDADANA

El Gobierno Nacional levantó en todo el país la emergencia hidroeléctrica, decretada como forma de ahorrar agua y luz ante la grave sequía que afectó a Venezuela producto del fenómeno climatológico El Niño. Fueron meses en los que, por medio de una consecuente campaña pedagógica, se instó a la población al ahorro de estos dos recursos necesarios.

El Ejecutivo, sumando grandes esfuerzos para evitar que colapsaran los necesarios recursos de agua y luz, dio un paso adelante y recortó la jornada laboral en las dependencias públicas, sin que ello generara un desmejoramiento de las condiciones salariales o contractuales de los empleados. También redujo el consumo de energía en las empresas básicas de Guayana, como Sidor, Alcasa, Venalum y Ferrominera del Orinoco, entre otra, e instó a los altos consumidores privados, como los centros comerciales, a bajar el consumo eléctrico en aras de contribuir al ahorro y evitar el colapso.

Todas las estrategias planteadas por el Ejecutivo Nacional, sumadas a la voluntad del pueblo venezolano, dieron resultados positivos y permitió el levantamiento de la drástica medida en un tiempo perentoriamente corto. Ahora que ya el problema está superado debemos seguir con ese comportamiento y no despilfarrar millones y millones de litros de agua o gastar innecesariamente la energía eléctrica. Cierre el grifo de agua cuando no lo esté utilizando mientras se ducha, se afeita, lava o friega. No encienda la luz si no es necesaria, apague el televisor si no lo está viendo o la computadora si no va a trabajar más en ella. Recuerde que sigue siendo conciencia de todos.

Precisamente, esa conciencia también lleva a la conservación del planeta, muy golpeado por el recalentamiento global, por el monóxido de carbono que es lanzado a la atmósfera cada minuto por innumerables fábricas en todo el mundo. En esta materia no ha habido consenso, pues el Protocolo de Kyoto quedó como una buena intención de casi la totalidad de los países del orbe pero rechazado por Estados Unidos, el gran contaminante, consumidor y vetador de todo lo que afecte sus intereses. No obstante, si los pueblos toman conciencia de preservar y mantener verde nuestro planeta Tierra, habrá más vida y se garantizarán las generaciones futuras. Así que, como rezaba el eslogan de la campaña de ahorro hidroeléctrico, abre tu conciencia y cierra el grifo. Es una práctica necesaria que debemos seguir poniendo en marcha.