LOS CUATRO JINETES DEL APOCALIPSIS EN EL PERIODISMO IMPRESO

Después de los acontecimientos del 11 de abril del 2002, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, habló de los cuatro jinetes del Apocalipsis para referirse a cuatro televisoras que operan en la nación: RCTV, Venevisión, Televen y Glovovisión. La actual coyuntura de los medios de comunicación privados en Venezuela, ha contribuido a entronizar cuatro periódicos que por su evidente parcialización a favor de los opositores del gobierno, se han convertido en la encarnación mediática de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis en el periodismo impreso: EL NACIONAL, EL UNIVERSAL, TAL CUAL y 2001, al igual que los cuatro legendarios caballeros de un imaginario que se le atribuye carácter bíblico, se dedican diariamente a propagar una óptica fatalista.

En lugar de cumplir con la función de informar veraz, oportuna y equilibradamente, están tratando de venderle al pueblo con su gran habilidad para manipular la información, una suerte de Armagedón Nacional en el que el imperio del mal con una saturación y magnificación de noticias negativas, esta por encima de las noticias positivas relacionadas con los logros alcanzados hasta ahora por la revolución bolivariana.

En la línea de magnificación de los hechos está lo que se denomina “amarillismo”en el ámbito periodístico, de tal manera que noticias que por su importancia, e inclusive su poca trascendencia no deberían estar destinadas a ocupar la primeras páginas o páginas principales, aparecen en estos espacios fundamentales de los citados periódicos, con la perversa intensión de desviar la atención de los lectores de los verdaderos temas de interés para la sociedad y de reforzar una visión de caos, fracaso y devastación que no coincide con una realidad compleja pero en vía de transformación por las acciones decisivas del gobierno del presidente Chávez.

El bombardeo de informaciones negativas en contrapartida con el poco espacio asignado a las grandes iniciativas del gobierno en materia de salud, educación, vivienda, urbanismo, cultura y deporte, tiene como objetivo fundamental esconder al país positivo y resaltar a un país apocalíptico, además de servir a oscuros objetivos de las clases dominantes (incluidos los propios dueños de los periódicos), que ven amenazadas sus parcelas de poder y de riqueza. Estos periódicos se han convertido en un perfecto eco de resonancia de ataques foráneos como los laboratorios de guerra sucia montados en Estados Unidos y en Colombia, para derrumbar no simplemente a un presidente, sino destruir un proceso revolucionario encaminado a garantizar el bienestar del pueblo en todos los órdenes.