En la actualidad nadie puede negar el virtuosismo narrativo de las novelas de Mario Vargas Llosa e incluso su profunda crítica a los vicios y convencionalismos de las sociedades contemporáneas, pero muchísimas veces hay una distancia sideral entre la obra de un escritor y sus posturas políticas.
En declaraciones dadas a un diario conservador alemán, el Frankfurter Allgemeine Zeitung, Vargas Llosa dijo: "Me parece difícil que se puedan celebrar hoy elecciones libres en Venezuela. Una lástima, porque estoy convencido de que la mayoría de los venezolanos están contra Chávez, especialmente entre la clase media, ámbito académico, sindicatos. Pero temo que se manipulen esas elecciones”.
Vargas Llosa también dijo: “El régimen de Chávez se asemeja cada vez más al de (Fidel) Castro en Cuba [….] y recuerda su intento frustrado, el año pasado, de participar en un debate frente a Chávez, durante una visita a Venezuela, posibilidad de la que, según él, se zafó el presidente en el último minuto”.
En primer lugar el presidente Chávez lo que propuso en esa ocasión fue un debate entre intelectuales de izquierda e intelectuales de derecha con él como moderador o participando conjuntamente con los intelectuales de izquierda, los que trataron a toda costa de buscar el debate Chávez-Vargas Llosa fueron quienes acompañaban al escritor peruano y sectores de la derecha venezolana apoyantes de la idea.
En segundo lugar no se puede confundir la valiosa colaboración prestada por Cuba a Venezuela en diferentes ámbitos con una simple imitación de gobierno. Así mismo, aunque tengan grandes puntos de coincidencia en su visión del socialismo, cada mandatario tiene un sello personal para sus actuaciones y si Chávez se distingue en el mundo de otros gobernantes, es precisamente por la originalidad y espontaneidad tanto de su discurso como de sus acciones.
El escritor peruano también llamó caudillo a Chávez y a otros presidentes latinoamericanos de tendencia izquierdista: Rafael Correa de Ecuador, Evo Morales de Bolivia y Daniel Ortega de Nicaragua; al referirse a Ignacio Lula da Silva dijo que quien representaba la izquierda moderna de Suramérica no debería tener simpatías con Chávez porque en Brasil “florece el capitalismo”.
La ceguera ultraderechista de Vargas Llosa no le permite entender que los citados presidentes son líderes en si mismos, con proyectos socialistas de nación, que están desligándose del imperialismo foráneo e impulsando el nacimiento de sociedades más justas. En lo que respecta a Lula da Silva, no es simplemente simpático con sus colegas suramericanos, ha firmado importantes convenios de cooperación que reafirman una voluntad de unión para América Latina, actitud que está muy por encima de los criterios tradicionalmente capitalistas que tuvieron sus predecesores.
Mario Vargas Llosa, ha colocado lamentablemente todo su prestigio intelectual al servicio del imperialismo estadounidense, la burguesía, la extrema derecha y la iglesia, que constituyen los enemigos más visibles de la corriente progresista de la izquierda presente en varios países latinoamericanos. Sin embargo, su obstinación para consolidar matrices de opinión antisocialistas se pierde ante la verdadera realidad de los pueblos.
lunes, 20 de septiembre de 2010
LA CEGUERA ULTRADERECHISTA DE MARIO VARGAS LLOSA
Las dislocadas aseveraciones de Vargas Llosa, demuestran que está evidentemente alejado de lo que acontece en el país, donde se va a realizar un proceso electoral el próximo (26 S) con todas las garantías institucionales y técnicas para asegurar la pulcritud de los resultados obtenidos, con la participación de todos sus actores políticos, pero sobretodo con un liderazgo hasta ahora incontestable del presidente Hugo Chávez, quien no necesita de ningún tipo de manipulaciones para consolidar el proceso revolucionario que vive la nación con un masivo y participativo apoyo del pueblo.
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