“LOS MÉDICOS CUBANOS EN EL MUNDO, EMBAJADORES DEL SOCIALISMO”

Cuando triunfa la Revolución Cubana en enero de 1959 existían 6000 médicos; de ellos emigraron 3000 quedando desarticulada la infraestructura sanitaria del país, que además exhibía indicadores de salud precarios como una Tasa de Mortalidad Infantil superior a 35 por 1000 nacidos vivos. De inmediato, Fidel Castro establece una estrategia que se convierte en un principio de la Revolución: formar nuevos médicos para mejorar las condiciones de salud del pueblo cubano. Como dato interesante de su visita realizada a Venezuela del 23 al 28 de enero del citado año, ante una multitudinaria concurrencia en una Plaza de la urbanización El Silencio de Caracas, expone esta idea y reconoce las potencialidades de Venezuela al respecto.

Estos “nuevos médicos” formados dentro de la Revolución cultivarían valores como el amor a su profesión y al paciente, el desinterés por lo material, la entrega sin límites y se abstendrían de ejercer la medicina privada, médicos del pueblo y para el pueblo con un “nuevo juramento” lejos de las prácticas propias del capitalismo pero nada diferentes de las realizadas por los clásicos servidores asistenciales de la antigua Roma y Grecia: Esculapio, Galeno e Hipócrates, llenos de optimismo y dispuestos no sólo a ayudar a la gente humilde sino a todos los que lo necesiten. La labor internacional de los médicos cubanos comienza en 1963 con el envío de una brigada de profesionales de la medicina a la República de Argelia, uno de los testimonios más hermosos para argumentar sobre la vocación de servicio de quienes se dedican tanto a proteger como a salvar vidas, que aún perdura en el recuerdo de los forjadores del socialismo y sus valores en la isla, porque constituye el comienzo de la historia de las Misiones Médicas Cubanas en el mundo.

Hasta el 2010 las Misiones Médicas Cubanas asisten a tres continentes África, América y Asia, han llegado casi a un centenar de países, entregándose noblemente en cada una de las catástrofes naturales más importantes de estos escenarios; Chile 1960 , 1971, 2010, Perú 1970, Nicaragua 1972 y 1974, hasta los desastres ocasionados por los Huracanes Mitch y Georges en Centroamérica 1998, terremotos de Pakistán 2005 y Haití 2010; cuando la ayuda de distintas naciones llegó a este empobrecido país ya la colaboración médica cubana estaba allí desde 1998 y aún permanece, según su presidente René Preval, para los Haitianos está Dios y junto a él los médicos cubanos, frase con que agradece el gesto altruista que significa haber permanecido en su país durante tantos años.

Una obra de gran alcance en la segunda etapa de la colaboración médica cubana, significó fundar la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) en 1998 para ayudar a la formación de médicos de las comunidades indígenas o de escasos recursos, el 2005 fue el primer año de graduación con 1300 médicos, los cuales hoy trabajan y ayudan a sus propias comunidades.

En Venezuela mediante convenios firmados con el gobierno de Cuba, los médicos cubanos están presentes en novedosos programas sociales destinados a prestar atención a toda la población, pero muy especialmente a los sectores tradicionalmente marginados u olvidados, entre estos programas se destacan la Misión de Asistencia Primaria Barrio Adentro, La Misión Milagro, los Centros de Diagnóstico Integral (CDI) y los Centros de Atención de Alta Tecnología. Según datos suministrados por el presidente Hugo Chávez y publicados en el periódico digital Prensa Latina: “casi 300000 mil vidas salvaron los médicos cubanos en más de en seis años de cooperación con Venezuela”.

El juramento del nuevo médico cubano germina allende los mares junto a muchos pueblos del tercer mundo, como demostración evidente de que es un verdadero embajador del socialismo al convertirse en la esperanza de los más necesitados.