PLAN REPÚBLICA: EL EJÉRCITO, GARANTE DE LAS LEYES

Es difícil encontrar otro método que genere más respeto y seguridad que la presencia militar pacífica y planificada en las calles con objetivos estrictamente cívicos: la clásica reafirmación del ejército como garante de las leyes vista incluso con beneplácito por los ciudadanos. La Fuerza Armada Nacional ha cumplido tradicionalmente con la misión de asegurar el normal desarrollo de las elecciones desde la época de la llamada Democracia Representativa en la IV República hasta la época de la Democracia Participativa en la V República.

Venezuela se puede considerar un país maduro electoralmente después de la realización de una gran cantidad de procesos comiciales durante más de 50 años. Las venezolanas y los venezolanos mediante el sufragio universal han expresado su aprobación o desaprobación a los gobernantes de turno, y han elegido ininterrumpidamente en un periodo que supera ya el medio siglo de historia, a varios presidentes, ante la mirada atenta del mundo. La vocación democrática de las hijas e hijos de la Patria de Bolívar, está muy por encima de los errores o irregularidades que hayan cometido los actores políticos en pasadas elecciones.

La Fuerza Armada Nacional ha demostrado tradicionalmente su imparcialidad en los comicios donde ha participado como gendarme de la constitucionalidad, no ha sido el ejército el que ha manipulado actas y ha robado votos, que al final no han incidido mayormente en los resultados finales por lo menos para el cargo de presidente.

En ese “arroz con mango” que es la Mesa de la Unidad (MUD) donde nunca faltan voces agoreras, el candidato a diputado por la Asamblea Nacional, Enrique Mendoza, cuestionó sin base ni lógica la actuación de los militares en el Plan República en las elecciones de este domingo 26 S. El papel del Ejército Nacional tradicionalmente ha sido, garantizar el orden público en todos los procesos electorales en los que ha intervenido, así como resguardar y distribuir el material de votación en todos los centros destinados para tal fin. Las autoridades civiles y los miembros de los partidos son quienes sustentados en el basamento jurídico de los organismos electorales, han ratificado la voluntad popular. Los militares nunca han tenido injerencia en las votaciones, de hecho han mantenido una intachable imparcialidad por más de cinco décadas.

Ya desde del pasado martes 22 de septiembre 250 efectivos del ejército están desplegados en todos los Centros de Votación del territorio nacional para que el pueblo ejerza libre, soberana y pacíficamente su derecho al voto. En lo que respecta a la seguridad se estableció que en 200 metros a la redonda de los citados centros, no se podrán realizar actividades de proselitismo político, ni concentraciones de personas. Las Milicias Nacionales también prestarán su colaboración a los efectivos militares en la jornada electoral del 26 S.

Desde estas páginas transformamos nuestra pluma en espada solidaria, en apoyo a la labor de todo el personal de la Fuerza Armada Nacional que trabaja en el Plan República, con abnegación e incontestable apego a la constitucionalidad en las Elecciones Parlamentarias de este domingo 26 de septiembre.