Hace unos meses antes, gracias a las maniobras del Gobierno de Álvaro Uribe Vélez para congraciarse con los Estados Unidos, era impensable que los Presidentes de Venezuela y Colombia pudieran volver a sentarse en un ambiente de cordialidad y hasta camaradería. Chávez y Santos, uno llanero y el otro cachaco lo lograron.
En agosto se dio el primer paso, en la histórica Quinta “San Pedro Alejandrino” en Santa Martha. Todavía imperaba la tensión, pero se limaron las asperezas. Sin embargo, la última reunión efectuada por más de tres horas en Miraflores abrió definitivamente las puertas para ese hermanamiento que ha debido mantenerse siempre por los nexos de sangre que existen entre ambas naciones.
Este encuentro ocurre con un precedente importante: la reunión que se realizó durante la semana pasada, en la que el Mandatario colombiano hizo frente a la propuesta de Estados Unidos de legalizar las drogas.
En este contexto, y con una Latinoamérica cada vez más soberana, se reúnen ambos presidentes, revisaron acuerdos, evaluaron el avance de las mesas técnicas acordadas en Santa Martha, crearon comités binacionales en temas estratégicos y convinieron reunirse trimestralmente a evaluar el avance de las relaciones bilaterales.
Todo esto da señas claras de que algo muy bueno está pasando. El presidente Santos enfatizó que nuestros destinos son los mismos refiriéndose a ambos países. Es imposible no ser optimistas, pues genera la sensación de reencontrarnos con un hermano con el que nos peleamos, pero al que nunca dejamos de querer.
En todo caso, sabemos que somos iguales y diferentes. Colombia tiene una política interna que no se parece a la de Venezuela, pero desde las diferencias y similitudes también se puede construir.
El broche de oro fue la sorpresa que Santos le brindó a Chávez: se comunicó vía telefónica con el líder de los actuales campeones, los Gigantes de San Francisco, Edgar Rentería, los tres sostuvieron una amena conversación de reconocimiento al beisbolista colombiano, a quien Chávez aseguró que poncharía.
El presidente Chávez ha dicho que espera que ninguna fuerza externa dañe nuevamente estas relaciones, que infunden esperanzas en ambos pueblos.
Este encuentro ocurre con un precedente importante: la reunión que se realizó durante la semana pasada, en la que el Mandatario colombiano hizo frente a la propuesta de Estados Unidos de legalizar las drogas.
En este contexto, y con una Latinoamérica cada vez más soberana, se reúnen ambos presidentes, revisaron acuerdos, evaluaron el avance de las mesas técnicas acordadas en Santa Martha, crearon comités binacionales en temas estratégicos y convinieron reunirse trimestralmente a evaluar el avance de las relaciones bilaterales.
Todo esto da señas claras de que algo muy bueno está pasando. El presidente Santos enfatizó que nuestros destinos son los mismos refiriéndose a ambos países. Es imposible no ser optimistas, pues genera la sensación de reencontrarnos con un hermano con el que nos peleamos, pero al que nunca dejamos de querer.
En todo caso, sabemos que somos iguales y diferentes. Colombia tiene una política interna que no se parece a la de Venezuela, pero desde las diferencias y similitudes también se puede construir.
El broche de oro fue la sorpresa que Santos le brindó a Chávez: se comunicó vía telefónica con el líder de los actuales campeones, los Gigantes de San Francisco, Edgar Rentería, los tres sostuvieron una amena conversación de reconocimiento al beisbolista colombiano, a quien Chávez aseguró que poncharía.
El presidente Chávez ha dicho que espera que ninguna fuerza externa dañe nuevamente estas relaciones, que infunden esperanzas en ambos pueblos.
1 comentarios:
Apreciados Amigos, permitanme llamarlos así por la afinidad sociopolitica que reflejan en cada articulo que publican (excelentes por demás)y por lo que yo pienso y siento de este maravillosos proceso revolucionario. Continuen en esas maravillosas reflexiones. Mil gracias.
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