“ Oligarcas temblad, el cielo encapotado anuncia tempestad...."
Himno de la Federación(1859)
Las oficinas del INDEPABIS se han abarrotado de denuncias de miles de venezolanos afectados por constructoras que los han estafado con el tema de la vivienda.
Estos ladrones de oficio utilizaban innumerables trampas para atrapar incautos y necesitados, pues es evidente que en nuestro país, el tema de la vivienda es una preocupación que aún no se ha podido resolver.
Esto fue aprovechado por los amos de inmobiliarias inescrupulosas para enriquecerse a costa del sacrificio de cientos de familias. Así vendían un proyecto a través de una maqueta a precios atractivos y con plazos cercanos de entrega para atrapar clientes. Una vez en el negocio comenzaba el vía crucis para los ingenuos compradores.
Los casos abundan: cobro del IPC (completamente ilegal en estos casos), cobro de cuotas especiales y sumas adicionales que no se establecieron al principio de la negociación, pero que disparaban notablemente el precio fijado, incumplimiento (por años) de las fechas de entrega, reventa del mismo apartamento a diferentes usuarios, oferta engañosa, estafa, usura y hasta presión psicológica.
De hecho, se logró descubrir que incluso estos criminales representantes de diversas constructoras usaban los recursos de las familias afectadas para la compra clandestina de dólares.
No sorprende la actuación de la mesa de la Ultraderecha, pues ese cascarón vacío junto a sus empresas de comunicación, una vez más se ponen de espaldas al pueblo y del lado de los grandes mafiosos. En esta oportunidad califican al Gobierno de ladrón y de violar la propiedad privada. Quienes tenemos al menos dos dedos de frente nos preguntamos ¿Acaso no se deberían aplicar estos términos a estos empresarios ladrones que estafaron a tantas familias? Como diría Galeano, esto debe ser “El mundo al revés” .
Sin embargo, aquí hay un Gobierno al lado del pueblo, en defensa y protección de los más vulnerables. El presidente Chávez ha dictado 3 medidas contra 33 proyectos de construcción habitacional que estaban en pleno desarrollo en todo el país: expropiación en seis casos, ocupación temporal en 8 y 19 construcciones con diferentes sanciones.
Como diría la canción “se acabó la diversión, llegó el comandante y mandó a parar”, pues con estas medidas se comienza a hacer justicia. Obviamente el pueblo venezolano no se conforma, aunque ya los verdaderos propietarios de estas construcciones, que fueron los que han pagado su valor con creces tienen las llaves de sus propiedades, el deseo de la mayoría es que estos ladrones dueños de inmobiliarias paguen con un castigo ejemplarizante, al menos de unos añitos tras las rejas, eso les sentarían bien.
La acción del Gobierno es oportuna y permitirá, de la mano con otras medidas, que progresivamente se termine de hacer justicia en materia de vivienda. Así mismo, es un presedente lapidario contra los dueños de constructoras e inmobiliarias, para combatir las prácticas cuartorrepubliquistas del usurerismo y la estafa contra el pueblo ávido de un techo propio.
Esto fue aprovechado por los amos de inmobiliarias inescrupulosas para enriquecerse a costa del sacrificio de cientos de familias. Así vendían un proyecto a través de una maqueta a precios atractivos y con plazos cercanos de entrega para atrapar clientes. Una vez en el negocio comenzaba el vía crucis para los ingenuos compradores.
Los casos abundan: cobro del IPC (completamente ilegal en estos casos), cobro de cuotas especiales y sumas adicionales que no se establecieron al principio de la negociación, pero que disparaban notablemente el precio fijado, incumplimiento (por años) de las fechas de entrega, reventa del mismo apartamento a diferentes usuarios, oferta engañosa, estafa, usura y hasta presión psicológica.
De hecho, se logró descubrir que incluso estos criminales representantes de diversas constructoras usaban los recursos de las familias afectadas para la compra clandestina de dólares.
No sorprende la actuación de la mesa de la Ultraderecha, pues ese cascarón vacío junto a sus empresas de comunicación, una vez más se ponen de espaldas al pueblo y del lado de los grandes mafiosos. En esta oportunidad califican al Gobierno de ladrón y de violar la propiedad privada. Quienes tenemos al menos dos dedos de frente nos preguntamos ¿Acaso no se deberían aplicar estos términos a estos empresarios ladrones que estafaron a tantas familias? Como diría Galeano, esto debe ser “El mundo al revés” .
Sin embargo, aquí hay un Gobierno al lado del pueblo, en defensa y protección de los más vulnerables. El presidente Chávez ha dictado 3 medidas contra 33 proyectos de construcción habitacional que estaban en pleno desarrollo en todo el país: expropiación en seis casos, ocupación temporal en 8 y 19 construcciones con diferentes sanciones.
Como diría la canción “se acabó la diversión, llegó el comandante y mandó a parar”, pues con estas medidas se comienza a hacer justicia. Obviamente el pueblo venezolano no se conforma, aunque ya los verdaderos propietarios de estas construcciones, que fueron los que han pagado su valor con creces tienen las llaves de sus propiedades, el deseo de la mayoría es que estos ladrones dueños de inmobiliarias paguen con un castigo ejemplarizante, al menos de unos añitos tras las rejas, eso les sentarían bien.
La acción del Gobierno es oportuna y permitirá, de la mano con otras medidas, que progresivamente se termine de hacer justicia en materia de vivienda. Así mismo, es un presedente lapidario contra los dueños de constructoras e inmobiliarias, para combatir las prácticas cuartorrepubliquistas del usurerismo y la estafa contra el pueblo ávido de un techo propio.
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