Es difícil definir a América Latina, un conglomerado de países hispanohablantes, conjuntamente con Brasil, uno lusófono que debe verse por su ubicación geográfica y por su inter-relación con los otros dentro del mismo contexto, ¿qué fue lo que hubo y qué es lo que hay?, desde México hasta la Patagonia, somos iberoaméricanos, porque fuimos básicamente conquistados por pueblos íberos (España y Portugal), somos latinoamericanos, porque a su vez España y Portugal son pueblos latinos que llegaron a esto que ellos mismos llamaron América y somos hispanoamericanos en su gran mayoría porque somos herederos y multiplicadores en el planeta de la cultura hispana.
Es histórica, por la fractura brutal que significó la conquista, de la cual nunca nos recuperaremos ciertamente, es innegable que heredamos a “ fuego y sangre” una cultura europea y unas lenguas de las cuales nos hemos apropiado o tal vez éstas se apropiaron de nosotros, hablamos español y portugués, tenemos expresiones culturales mestizas es decir, resultado de la mezcla de los elementos europeos, los indígenas y los africanos, nuestras tres principales raíces.
Y si estos señores no hubiesen llegado del otro lado del Atlántico tumbándolo todo, ¿qué seríamos?, no lo sabremos jamás, pero claro está que con el alto grado de desarrollo que alcanzaron las grandes civilizaciones precolombinas, algo fuéramos. No tendríamos posiblemente computador, lector de DVD’s y CD’s, ni televisores pantalla plana (LCD), pero tendríamos otras invenciones, no por casualidad los Incas, los Mayas y los Aztecas poseían lengua, literatura, religión, costumbres, arquitectura, escultura y formas de gobierno perfectamente establecidas. Así mismo, había áreas del conocimiento en los que aquellos pueblos estaban muy avanzados para su época, como la astronomía y la arquitectura, tal es el caso de las líneas o geoglifos de Nazca, consideradas entre otras hipótesis, como un gigantesco calendario astronómico o la impresionante ciudad de Tenochtitlán con sus grandes pirámides en México.
Es cultural por todo lo antes dicho y además porque ese nuevo ser resultante del mestizaje cultural el iberoamericano, latinoamericano, hispanoamericano y lusoamericano, es por naturaleza, conflictivo, egoísta, desunido y anárquico, si no lo creen, echen sólo una mirada rasante a nuestra historia: caudillismo, guerras, dictaduras... lamentablemente no ha habido un solo país con un proyecto de nación que haya tenido una continuidad notoria en el tiempo y eso mis amigos, está profundamente arraigado en nuestra manera de pensar y actuar, además somos terriblemente efusivos, todo lo gritamos a los cuatro vientos, pero muchas veces nos quedamos en las palabras solamente, es lo que yo llamo la “efusividad latinoamericana”.
Hay una conseja popular según la cual, cuando Dios creó a los países latinomericanos, los habría premiado con las más esplendorosas bellezas naturales y las mayores riquezas, pero que al mismo tiempo los castigó con los peores gobernantes de la tierra. Es más que obvio que entre los peores políticos del mundo están los que han llevado al atraso y han saqueado sistemáticamente durante décadas a todos los pueblos de América Latina. Una Pléyade de gobiernos corruptos e ineficaces subyugados, apoyados y en buena medida impuestos desde Gringoland han sumido a las naciones de este lado del Atlántico en un subdesarrollo que parece no tener fin, ya que lamentablemente con sus nefastas acciones han perjudicado a generaciones enteras.
Los problemas sociales de Latinoamérica se encuentran tan arraigados, que ya son estructurales, es decir ya forman parte de la estructura de sus respectivas sociedades: analfabetismo, delincuencia, prostitución, pobreza crítica, desnutrición, hiperinflación, dependencia tecnológica y vamos a detenernos aquí porque la lista es infinita, es más se renueva constantemente con variantes de los anteriores o con otras maquiavélicas perversidades como el sicariato.
En lo que respecta a la economía, aunque parezca increíble, naciones con inmensos recursos naturales se han convertido en “pobres países ricos”, debido a la neocolonización de potencias extranjeras que después de los procesos y guerras de independencia, han impuesto el imperialismo como estrategia de dominación para adueñarse nuevamente desde mediados del siglo XIX y a lo largo del siglo XX, de sus riquezas y sustentar el orden político y gubernamental que siempre ha convenido a sus intereses. Cuando han aparecido gobiernos nacionalistas, progresistas o líderes capaces, se ha recurrido a cualquier clase de estratagema para aniquilarlos, desde el magnicidio, el asesinato selectivo, el golpe de estado, la desestabilización y la invasión.
Ante este panorama América Latina lucha, sacando muchas veces fuerzas que no tiene , para tratar de encontrarse a si misma. El camino es largo y tortuoso pero llegará el momento de su madurez. Esperemos que la nueva corriente de la izquierda que marca presencia en varios de sus países actualmente, siga teniendo un rol protagónico en este largo periplo de realizaciones colectivas.
viernes, 5 de noviembre de 2010
LA CRISIS DE AMÉRICA LATINA
La crisis que afecta desde hace siglos a nuestros pueblos es tan compleja de esclarecer como la propia identidad latinoamericana, ya que es multifactorial, es histórica, cultural, política, social y económica, para concentrarnos únicamente en sus principales ramificaciones.
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