Una vez más los delincuentes mediáticos de Globovisión tratan de manipular a la opinión pública internacional dándole amplia cobertura, más allá de lo normal, a una huelga de hambre de estudiantes con cuatro gatos frente a la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Caracas y otras sedes diplomáticas del país. CNN en Español, Televisión Española, las televisoras de Miami y de otros medios afectos al pensamiento reaccionario de los escuálidos están retransmitiendo lo que está difundiendo Globovisión y la televisora venezolana se torna coresponsable de que ello ocurra ya que hay un aforismo del derecho que dice: “Quien es causa de la causa es causa del mal causado”.
PARA LOS QUE NO CREEN QUE LA HUELGA ES EN EL FONDO UNA FARSA, LES INVITAMOS A REFLEXIONAR SOBRE EL ESTADO FÍSICO QUE PRESENTÓ UNA DE LAS ORGANIZADORAS DEL EVENTO FABIOLA ROSALES EN UN AVANCE DE “NOTICIAS GLOBOTERROR” EL DÍA DE AYER DESPUÉS DE LA CADENA NACIONAL, SUPUESTAMENTE DESPUÉS DE 21 DÍAS DE HUELGA: BAÑADITA, ARREGLADITA Y SIN NINGÚN SIGNO DE AGOTAMIENTO O DE DETERIORO FÍSICO NOTORIO.
Esta nueva puñalada informativa del canal de la zozobra, tergiversando los hechos y exacerbando mentiras, no causa mayor impacto en la opinión pública nacional ya que al pueblo de esta época, de la quinta república, no se le puede engañar tan fácilmente como hacían adecos y copeyanos cuando gobernaban al país desastrosamente y sin piedad en la cuarta república. Se ha descubierto que estos estudiantes además de hacer una huelga de hambre por turnos, es decir se relevan cada cierto tiempo, estarían comiendo normalmente, porque ninguno en especial los cabecillas del show no presentan una pérdida de peso considerable, además cuando se ha visto que en este tipo de situaciones se consuma bebidas hipercalóricas como Gaterade y otras, consideradas como repositores hdroeléctricos que contienen agua, suero fisiológico, sales, minerales y azúcar, así cualquiera es huelguista del hambre.
Prohibido olvidar:
El azote de la información conocido popularmente como Globoterror tiene un amplio prontuario de manipulación mediática y más grueso que una guía telefónica de la Gran Caracas. En su lista de inducción al caos y al crimen figuran muertos, heridos, traumas psicológicos, e incitaciones ciegas a la desestabilización y guarimbas.
Globovisión, aparte de siempre tener en su pantalla a sujetos insultando y hablando mal del presidente Hugo Chávez y de los colaboradores del equipo de trabajo que le acompañan en su gestión de gobierno y de sus simpatizantes, tiene la mancha triste y lamentable de lo ocurrido el seis de diciembre de 2002 en la plaza Francia de Altamira cuando un portugués de nombre Joao Gouveia, que nadie sabe de dónde salió, se paró, ¡qué casualidad!, frente a donde estaban situadas las cámaras de la televisora y comenzó a disparar a mansalva contra la multitud y mató a tres personas e hirió a por lo menos 19. Esto sucedió en el marco de una concentración de la oposición promocionada por Globovisión. Desde el 22 de octubre de 2002 comenzaron a reunirse religiosamente los jefes de una rebelión, militares liderados por los generales Enrique Medina Gómez y Néstor González González, junto con 135 oficiales más. Éstos habían jurado no salir de la plaza hasta que Chávez renunciara a la presidencia de la república.
Esta promoción del desorden de los delincuente mediáticos de Globovisión generó réplicas de terror en todo el país. Los daños psicológicos y sociales para la población fueron incalculables.
La televisora igualmente fue responsable de otros shows mediáticos como El Firmazo, El Trancazo, La Toma del Oeste, La Mesa de Negociación y el lamentable paro petrolero.
Otro crimen derivado de la oportunidad que han tenido los oposicionistas de utilizar casi en exclusiva las ondas mefistofélicas de Globovisión fueron los atentados con explosivos que ocurrieron la madrugada del 25 de febrero de 2003 en el Consulado General de Colombia en Chacaíto, en la Oficina Técnica de Cooperación de la Embajada de España, en la Castellana, así como en el edificio Teleport de Caracas. Otro de los grandes delitos de Globovisión fue la promoción de todo lo que tuvo que ver con el derrocamiento de Hugo Chávez el 11 de abril de 2002.
El máximo responsable de las acciones de este azote mediático de nombre Globovisión es el presidente del canal, Guillermo Zuloaga, quien estuvo involucrado en un gran escándalo sobre unos carros escondidos en una de sus propiedades para engordarles el precio a niveles hiperinflacionarios. Él mismo dijo que lo único que hizo fue vender los carros de una de sus empresas a otra de sus empresas, después de esa empresa a la primera, después los volvió a revender y a recomprar, a continuación se los vendió a sí mismo y los compró. Eso sucedió en sólo medio año. Manifestó que por este caso aún no sabe por qué le dicen especulador. A Zuloaga igualmente lo han acusado de ser un sanguinario asesino de varios animales indefensos para disecarlos y exponerlos pomposamente en sus residencias como trofeos de caza, en una actitud propia de un sádico sin sentimientos ante unos seres que en algún tiempo formaron parte de la sagrada biodiversidad del planeta. Pero elmayor delito de este pseudoempresario, es que su canal esté siempre presto a incendiar al país, sin importarle mandar la patria al precipicio, con tal de sacar a Chávez del poder. No obstante, no habrá amenaza, campaña mediática o conspiración que pueda desviar al gobierno bolivariano del camino hacia una sociedad profundamente justa y democrática. El pueblo venezolano es la mejor garantía de ello.
Prohibido olvidar:
El azote de la información conocido popularmente como Globoterror tiene un amplio prontuario de manipulación mediática y más grueso que una guía telefónica de la Gran Caracas. En su lista de inducción al caos y al crimen figuran muertos, heridos, traumas psicológicos, e incitaciones ciegas a la desestabilización y guarimbas.
Globovisión, aparte de siempre tener en su pantalla a sujetos insultando y hablando mal del presidente Hugo Chávez y de los colaboradores del equipo de trabajo que le acompañan en su gestión de gobierno y de sus simpatizantes, tiene la mancha triste y lamentable de lo ocurrido el seis de diciembre de 2002 en la plaza Francia de Altamira cuando un portugués de nombre Joao Gouveia, que nadie sabe de dónde salió, se paró, ¡qué casualidad!, frente a donde estaban situadas las cámaras de la televisora y comenzó a disparar a mansalva contra la multitud y mató a tres personas e hirió a por lo menos 19. Esto sucedió en el marco de una concentración de la oposición promocionada por Globovisión. Desde el 22 de octubre de 2002 comenzaron a reunirse religiosamente los jefes de una rebelión, militares liderados por los generales Enrique Medina Gómez y Néstor González González, junto con 135 oficiales más. Éstos habían jurado no salir de la plaza hasta que Chávez renunciara a la presidencia de la república.
Esta promoción del desorden de los delincuente mediáticos de Globovisión generó réplicas de terror en todo el país. Los daños psicológicos y sociales para la población fueron incalculables.
La televisora igualmente fue responsable de otros shows mediáticos como El Firmazo, El Trancazo, La Toma del Oeste, La Mesa de Negociación y el lamentable paro petrolero.
Otro crimen derivado de la oportunidad que han tenido los oposicionistas de utilizar casi en exclusiva las ondas mefistofélicas de Globovisión fueron los atentados con explosivos que ocurrieron la madrugada del 25 de febrero de 2003 en el Consulado General de Colombia en Chacaíto, en la Oficina Técnica de Cooperación de la Embajada de España, en la Castellana, así como en el edificio Teleport de Caracas. Otro de los grandes delitos de Globovisión fue la promoción de todo lo que tuvo que ver con el derrocamiento de Hugo Chávez el 11 de abril de 2002.
El máximo responsable de las acciones de este azote mediático de nombre Globovisión es el presidente del canal, Guillermo Zuloaga, quien estuvo involucrado en un gran escándalo sobre unos carros escondidos en una de sus propiedades para engordarles el precio a niveles hiperinflacionarios. Él mismo dijo que lo único que hizo fue vender los carros de una de sus empresas a otra de sus empresas, después de esa empresa a la primera, después los volvió a revender y a recomprar, a continuación se los vendió a sí mismo y los compró. Eso sucedió en sólo medio año. Manifestó que por este caso aún no sabe por qué le dicen especulador. A Zuloaga igualmente lo han acusado de ser un sanguinario asesino de varios animales indefensos para disecarlos y exponerlos pomposamente en sus residencias como trofeos de caza, en una actitud propia de un sádico sin sentimientos ante unos seres que en algún tiempo formaron parte de la sagrada biodiversidad del planeta. Pero elmayor delito de este pseudoempresario, es que su canal esté siempre presto a incendiar al país, sin importarle mandar la patria al precipicio, con tal de sacar a Chávez del poder. No obstante, no habrá amenaza, campaña mediática o conspiración que pueda desviar al gobierno bolivariano del camino hacia una sociedad profundamente justa y democrática. El pueblo venezolano es la mejor garantía de ello.
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