La variopinta oposición derechista venezolana y sus medios de comunicación, respondiendo a intereses nacionales y extranjeros para derrocar al Presidente Hugo Chávez, ha llegado al extremo de promover una huelga de hambre y para ello utiliza a jóvenes estudiantes como carne de cañón. Ese es el principal objetivo, pese a que los huelguistas se afanen en señalar que defienden los derechos de políticos corruptos, prófugos y asesinos que deben responder ante la justicia por sus actuaciones al margen de la ley.
El grupo en huelga no es cualquier grupo. Se trata de integrantes de la llamada “Juventud Activa, Venezuela Unida” (Javu), que concentra a opositores al gobierno venezolano y que desean la vía violenta (más no electoral) para salir del Presidente Chávez. Esta organización cuenta con el respaldo económico del Departamento de Estado de Estados Unidos, que ha creado distintas fachadas para derrocar gobiernos o atacar mediante la técnica del golpe suave, utilizando distintos métodos de protesta que cuentan, además, con la cobertura y el financiamiento de empresas privadas de difusión, como El Nacional y Globovisión.
Javu está afiliada a la organización internacional Otpor (financiada por la NED, USAID y otras fachadas gringas que dicen estar “inspiradas en la paz y la democracia”, pero que, en realidad, tienen como fin la promoción de cambios abruptos de gobiernos que no son afines a la Casa Blanca. La estrategia es utilizar a jóvenes, estudiantes y a la masa laboral en acciones de protesta que contarán con cobertura de medios de comunicación pagados y serviles, que crearán matrices de opinión, junto a sus cadenas afiliadas en el exterior, para dar la impresión de que un país se encuentra en una situación de ingobernabilidad y que amerita la intervención de militares comprados por Washington o la intervención directa estadounidense para instaurar el orden, la paz y la democracia.
Adicional a esto, se requiere que estas acciones estén próximas a la realización de un proceso electoral, como los que continuamente hay en Venezuela. Hay que recordar que la oposición, con su llegada a la Asamblea Nacional, intentará hacer ver que sus actuaciones son legales, pero su objetivo es salir de Chávez a cómo de lugar, sin esperar las elecciones de 2012, donde sabe que será barrida nuevamente por las fuerzas del pueblo revolucionario..
Cabe mencionar que entre los huelguistas se encuentra Roderick Navarro, ex presidente de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad Central de Venezuela, quien el año pasado se fue de gira por Estados Unidos (financiado por el Departamento de Estado) para unirse a una campaña internacional en contra del gobierno venezolano. Es el mismo Departamento de Estado el que actúa con dos caras: por un lado financia a fuerzas desestabilizadoras y, por el otro, usa la diplomacia para entrometerse en los asuntos internos de un país, usando a su marioneta, a su bufón principal, a su payaso, el tristemente célebre Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza.
Esta huelga es utilizada por la oposición, por la burguesía y por los bastardos intereses imperialistas para intentar crear un paralelismo entre lo que ocurrió en Egipto, con la forzada salida de Hosni Mubarak, tras más de 30 años en el poder, y el gobierno de profundas raíces democráticas y de elección popular del Presidente Chávez. ¿Hay en Venezuela una situación extrema para que algunas personas, muchas de las que se dicen “estudiantes”, pongan en riesgo sus vidas para tapar las sinvergüenzura de politiqueros de oficio, viudas y viudos de la IV República, o prófugos de la justicia, asesinos o que usan la justicia para soltar a empresarios que se apropiaron del dinero de sus clientes?.
Evidentemente no hay razones en Venezuela para una protesta de esta magnitud, que ahora es usada como pretexto de cualquier cosa y a cada rato y no para causas loables. Esta huelga de hambre se parece mucho a la que hizo hace pocos años el actual alcalde metropolitano, Antonio Ledezma. Lo único que ésta, aparte de contar con la popular “bala fría” caleta o el Gatorade de turno, tiene relevos de guardia.
Javu está afiliada a la organización internacional Otpor (financiada por la NED, USAID y otras fachadas gringas que dicen estar “inspiradas en la paz y la democracia”, pero que, en realidad, tienen como fin la promoción de cambios abruptos de gobiernos que no son afines a la Casa Blanca. La estrategia es utilizar a jóvenes, estudiantes y a la masa laboral en acciones de protesta que contarán con cobertura de medios de comunicación pagados y serviles, que crearán matrices de opinión, junto a sus cadenas afiliadas en el exterior, para dar la impresión de que un país se encuentra en una situación de ingobernabilidad y que amerita la intervención de militares comprados por Washington o la intervención directa estadounidense para instaurar el orden, la paz y la democracia.
Adicional a esto, se requiere que estas acciones estén próximas a la realización de un proceso electoral, como los que continuamente hay en Venezuela. Hay que recordar que la oposición, con su llegada a la Asamblea Nacional, intentará hacer ver que sus actuaciones son legales, pero su objetivo es salir de Chávez a cómo de lugar, sin esperar las elecciones de 2012, donde sabe que será barrida nuevamente por las fuerzas del pueblo revolucionario..
Cabe mencionar que entre los huelguistas se encuentra Roderick Navarro, ex presidente de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad Central de Venezuela, quien el año pasado se fue de gira por Estados Unidos (financiado por el Departamento de Estado) para unirse a una campaña internacional en contra del gobierno venezolano. Es el mismo Departamento de Estado el que actúa con dos caras: por un lado financia a fuerzas desestabilizadoras y, por el otro, usa la diplomacia para entrometerse en los asuntos internos de un país, usando a su marioneta, a su bufón principal, a su payaso, el tristemente célebre Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza.
Esta huelga es utilizada por la oposición, por la burguesía y por los bastardos intereses imperialistas para intentar crear un paralelismo entre lo que ocurrió en Egipto, con la forzada salida de Hosni Mubarak, tras más de 30 años en el poder, y el gobierno de profundas raíces democráticas y de elección popular del Presidente Chávez. ¿Hay en Venezuela una situación extrema para que algunas personas, muchas de las que se dicen “estudiantes”, pongan en riesgo sus vidas para tapar las sinvergüenzura de politiqueros de oficio, viudas y viudos de la IV República, o prófugos de la justicia, asesinos o que usan la justicia para soltar a empresarios que se apropiaron del dinero de sus clientes?.
Evidentemente no hay razones en Venezuela para una protesta de esta magnitud, que ahora es usada como pretexto de cualquier cosa y a cada rato y no para causas loables. Esta huelga de hambre se parece mucho a la que hizo hace pocos años el actual alcalde metropolitano, Antonio Ledezma. Lo único que ésta, aparte de contar con la popular “bala fría” caleta o el Gatorade de turno, tiene relevos de guardia.
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