LA RADICALIZACIÓN DE LA REVOLUCIÓN

Para acelerar la construcción del Socialismo en el Siglo XXI y llevar la mayor suma de felicidad posible a la población, dentro del marco tanto jurídico como social de la democracia participativa y protagónica, el Presidente Hugo Chávez ha decidido acelerar el paso para radicalizar la Revolución Bolivariana.

Consciente de las fuerzas internas y foráneas que quieren acabar de raíz con todo lo que ha logrado el pueblo en 11 años de profundos cambios, nuestro jefe de Estado, inspirado en los grandes ideales del Libertador Simón Bolívar, quiere una sociedad superior, en donde las mayorías sean protagonistas de su destino, mediante su intervención en la toma de decisiones. Por ello, está impulsando proyectos de envergadura en todos los aspectos de la vida nacional, desde lo económico hasta lo social, desde lo político hasta el psicológico y desde lo productivo hasta el importante rol que está jugando Venezuela en el mundo multipolar.

La Revolución Socialista Bolivariana y su ensayo exitoso es seguida con las peculiaridades de cada sociedad en que se aplica, por países como Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Argentina y Brasil, que tienen gobernantes con tendencias de izquierda y que sobreponen el bienestar del pueblo por encima de las más complicadas y elaboradas fórmulas tecnócratas de la macroeconomía. Además, el proceso histórico que vivimos es monitoreado también por otras naciones como Rusia y China, con quienes se han firmado importantes acuerdos que incluyen el traspaso de tecnología a personal venezolano, contribuyendo así a nuestra independencia tecnológica.

Con la instalación de la próxima Asamblea Nacional, el 5 de enero de 2011 y que traerá de vuelta a la oposición en el citado foro de discusión política, el Presidente Chávez enfatizó que el parlamento debe ser de extrema izquierda, alineado con el sentir del pueblo, para hacer leyes que beneficien a las mayorías y no a un grupúsculo de burgueses que sólo piensan en sus intereses personales. Bien lo señaló el pasado 23 de noviembre de 2010 en el propio Palacio Federal Legislativo: “necesitamos radicalizar posiciones, no aflojando absolutamente nada. Necesitamos un Gobierno mucho más radicalmente a la izquierda, una Fuerza Armada mucho más radicalmente revolucionaria junto al pueblo. No debe haber cabida en nuestras filas para las medias tintas. No. Debe haber una sola línea. La burguesía venezolana debe saber que le va a costar caro la agresión contra el pueblo”.

Vale enfatizar que la radicalización del proceso liderado por Chávez cuenta con el respaldo de trabajadores, campesinos, mujeres y estudiantes de diferentes sectores, quienes ven en la escalada de agresiones externas e internas una amenaza para la continuidad de la Revolución Bolivariana.

Es necesario, dentro de este nuevo concepto y plan de acción, combatir los terribles flagelos de la corrupción, el burocratismo y el enquistamiento de quienes, diciéndose revolucionarios por sólo vestir una camisa roja, agreden a sus congéneres, al pueblo necesitado de respuestas y soluciones efectivas.

La Revolución Socialista Bolivariana necesita de hombres y mujeres con altos conceptos humanos, principios altruistas y vocación de servicio. Estos hombres y mujeres en formación, hoy niñas y niños en franco crecimiento, son el germen, la semilla que impulsará las grandes transformaciones que ubicarán a Venezuela en un papel destacado en el concierto de naciones en la escala planetaria en los próximos años.

¡El socialismo lo estamos construyendo día a día y venceremos!.