El estado Zulia se ha convertido tristemente en un bastión de los terroristas opositores a la medida de rescate de tierras ociosas que adelanta el Gobierno Bolivariano Socialista. Mientras el Ejecutivo, con el Presidente Chávez como líder, libra una dura lucha contra el latifundio, factores oscuros decidieron incendiar la sede del Instituto Nacional de Tierras (Inti) en Santa Bárbara, zona del Sur del Lago de Maracaibo.
La Revolución Bolivariana, siguiendo el pensamiento del General del Pueblo, Ezequiel Zamora, está adelantando acciones para el rescate de numerosas hectáreas y ponerlas a producir, en consonancia con un plan agrario de interés nacional, coordinado por el Ministerio de Agricultura y Tierras, y en donde los productores y trabajadores tengan suprema importancia.
No es casual que mientras se libra esta batalla se conozca de la quema del Inti, justo en momentos cuando el Ejecutivo Nacional busca un acuerdo con los dueños de fundos para trabajar mancomunadamente o, en caso de que haya diferencia de criterios, que dichos terrenos sean vendidos al Estado para el desarrollo de la agricultura.
Las empresas privadas dedicadas al ramo de la comunicación social, como televisoras, radios y periódicos en manos de la oligarquía opositora, se han encargado de generar un enfrentamiento entre las autoridades nacionales y los propios terratenientes, situación que quedó plasmado cuando en días pasados el ministro de Agricultura y Tierras, Juan Carlos Loyo, y el Vicepresidente Elías Jaua llegaron al fundo “El Peonío” a negociar con el señor Jesús “Chucho Meleán”. El propio Meléan fue enfático en declarar a los medios que él no se estaba oponiendo a la medida de rescate de tierras del Gobierno, que estaba dispuesto a colaborar y que esperaba una contraprestación justa, de acuerdo con el peritaje que se haría a sus activos.
En el Sur del Lago los campesinos y trabajadores se han movilizado y rechazaron contundentemente la quema del Inti. Al trasladarse a la zona para conocer la magnitud del atentado, el Canciller Nicolás Maduro sentenció que este tipo de hechos son organizados por la derecha terrorista y destacó que el Gobierno no se amilanará por estos ataques; al contrario, sirven para radicalizar la lucha contra el latifundio, reafirmar la necesidad de recuperar el campo y para que los propios campesinos estén conscientes y se motiven trabajando su tierra.
El gran objetivo del Gobierno es que los hombres y mujeres campesinos se organicen y establezcan un nuevo modelo productivo socialista, que sea superior al modelo feudal, esclavista y explotador que era ejecutado en Venezuela desde los tiempos de la colonia. La meta es garantizar que las tierras y fincas recuperadas legalmente sean Centros de Producción Socialistas, de más calidad, que le garanticen al pueblo sus alimentos.
Justo cuando este 10 de enero se cumplieron 151 años del asesinato del General Ezequiel Zamora, líder de la Guerra Federal, el Gobierno Bolivariano ratifica su compromiso con la lucha del pueblo soberano y los campesinos. El Ejecutivo está reivindicando el pensamiento zamorano en el reparto equitativo de las tierras, acabar con los opresores de los hombres, luchar contra la oligarquía y la transformación democrática de la sociedad.
La pelea es dura, larga y no es fácil, pero hoy más que nunca el grito de batalla de los revolucionarios debe ser: ¡Tierra y hombres libres!.
No es casual que mientras se libra esta batalla se conozca de la quema del Inti, justo en momentos cuando el Ejecutivo Nacional busca un acuerdo con los dueños de fundos para trabajar mancomunadamente o, en caso de que haya diferencia de criterios, que dichos terrenos sean vendidos al Estado para el desarrollo de la agricultura.
Las empresas privadas dedicadas al ramo de la comunicación social, como televisoras, radios y periódicos en manos de la oligarquía opositora, se han encargado de generar un enfrentamiento entre las autoridades nacionales y los propios terratenientes, situación que quedó plasmado cuando en días pasados el ministro de Agricultura y Tierras, Juan Carlos Loyo, y el Vicepresidente Elías Jaua llegaron al fundo “El Peonío” a negociar con el señor Jesús “Chucho Meleán”. El propio Meléan fue enfático en declarar a los medios que él no se estaba oponiendo a la medida de rescate de tierras del Gobierno, que estaba dispuesto a colaborar y que esperaba una contraprestación justa, de acuerdo con el peritaje que se haría a sus activos.
En el Sur del Lago los campesinos y trabajadores se han movilizado y rechazaron contundentemente la quema del Inti. Al trasladarse a la zona para conocer la magnitud del atentado, el Canciller Nicolás Maduro sentenció que este tipo de hechos son organizados por la derecha terrorista y destacó que el Gobierno no se amilanará por estos ataques; al contrario, sirven para radicalizar la lucha contra el latifundio, reafirmar la necesidad de recuperar el campo y para que los propios campesinos estén conscientes y se motiven trabajando su tierra.
El gran objetivo del Gobierno es que los hombres y mujeres campesinos se organicen y establezcan un nuevo modelo productivo socialista, que sea superior al modelo feudal, esclavista y explotador que era ejecutado en Venezuela desde los tiempos de la colonia. La meta es garantizar que las tierras y fincas recuperadas legalmente sean Centros de Producción Socialistas, de más calidad, que le garanticen al pueblo sus alimentos.
Justo cuando este 10 de enero se cumplieron 151 años del asesinato del General Ezequiel Zamora, líder de la Guerra Federal, el Gobierno Bolivariano ratifica su compromiso con la lucha del pueblo soberano y los campesinos. El Ejecutivo está reivindicando el pensamiento zamorano en el reparto equitativo de las tierras, acabar con los opresores de los hombres, luchar contra la oligarquía y la transformación democrática de la sociedad.
La pelea es dura, larga y no es fácil, pero hoy más que nunca el grito de batalla de los revolucionarios debe ser: ¡Tierra y hombres libres!.
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