Es más que notorio el lenguaje virulento, malintencionado y ofensivo con que es tratado el presidente Chávez en todos los medios de comunicación del país, además de la maquiavélica retórica de quienes amparados en una desvalorizada libertad de expresión quieren destruir su liderazgo con la premisa de que él es un demonio y otros son los ángeles. En toda la historia republicana y más recientemente contemporánea es difícil encontrar a un mandatario que haya soportado más insultos.
Ante tales hechos seria injusto no reconocer el coraje del señor Mario Silva--por no utilizar otras expresiones más convincentes del léxico popular--para establecer una contraofensiva verbal e informativa destinada a enfrentar sistemáticamente con su mismo lenguaje a quienes descalifican al presidente, a sus colaboradores, a la revolución bolivariana y lo que es peor, a sus apoyantes que son parte sustancial del pueblo
El espacio televisivo de la Hojilla conducido por Mario Silva en Venezolana de Televisión, tiene un discurso equivalente y simétricamente opuesto al de gran parte de los oposicionistas a la actual gestión de gobierno, claro está como los magnates de los medios de comunicación son también oposicionistas, ellos sólo se limitan a dejar que se diga cualquier aberración en contra del presidente y del proceso revolucionario que lidera, así como de los traidores a la revolución y de los pseudoizquierdistas traidores a su propia ideología, sin emitir ninguna crítica, lo más inaudito es que para ellos el único que usa un lenguaje violento es Mario Silva, cuando todos sabemos que el conductor de la Hojilla no es más que la otra imagen simétrica o la otra imagen del espejo, en términos de lenguaje de la peor canalla mediática de los oposicionistas, porque una cosa es ser opositor(serio, crítico y autentico en una posición contraria), que ser oposicionista, es decir, oponerse porque hay que oponerse y punto, dentro de una minoría privilegiada o simplemente porque nuestros intereses que son contrarios a una abrumadora voluntad popular se vean amenazados.
Sin embargo, a pesar de la importancia capital del lenguaje verbal como instrumento básico de la comunicación humana, no debemos obviar tratándose de un espacio televisivo como la hojilla, el lenguaje audiovisual donde Mario Silva y su equipo de trabajo han demostrado ser geniales, tanto por la base retrospectiva de su argumentación, que incluye revisión de todo tipo de documentos escritos, desde periódicos, revistas, libros y hasta textos históricos, así como fotografías y videos, como por la base actual que implica la revisión y análisis de todos las fuentes informativas citadas con una gran profundidad.
En razón de todo lo dicho, es más que obvio que no sólo hace falta, es esencial un Mario Silva con la “BOLUNTAD” bien puesta, para combatir a los oposicionistas con sus propias armas y transformarse de hojilla en el bisturí que mejor corta a los oposicionistas, con la agudeza y la sinceridad necesarias, para aclarar la verdad y captar una numerosa audiencia, de una eficacia tal, que se ha convertido en un dolor de cabeza para sus detractores que lo siguen con cuidadosa atención, no hay quien no hable para bien o para mal de Mario Silva y ya eso es una demostración evidente de éxito televisivo.
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