A LAS PUERTAS DE LA GUERRA

A pesar de los graves problemas que ha originado y enfrentado en la última década, el imperio yanqui, éste no descansa en sus intenciones de dominar el mundo. El 2010 ha sido uno de los años más intensos: derrame en el Golfo de México, burbuja económica, desempleo, pobreza y lo más grave para quienes pretenden convertirse en la Nueva Roma, un mundo que se mueve hacia la multipolaridad, con potencias emergentes en todos los puntos cardinales.

Hemos sido testigos los ciudadanos de este planeta, de la doble moral de los gobiernos estadounidenses en temas como el terrorismo y la corrupción como excusa para invadir otros países, quitar y poner gobiernos, sobre todo en América Latina, mientras el monstruo en sus entrañas está plagado de todos esos vicios, pero lo ocurrido recientemente no tiene comparación: adquiere un aire apocalíptico. Estados Unidos culpa a Irán de enriquecimiento de uranio y desarrollo de instalaciones para producir energía nuclear con fines bélicos, y presiona en la ONU para establecer sanciones y justificar ataques en contra de la nación Islámica, la última resolución aprobada por el aberrante Consejo de Seguridad, ( con voto salvado de Brasil y Turquía que no tienen derecho a veto), es la autorización para inspeccionar barcos y aviones iraníes si se tiene sospechas de su carga. Obviamente, nadie menciona que precisamente Estados Unidos es el primer fabricante e incluso vendedor de armas nucleares del mundo . El señor Premio Nobel de la Paz, Barack Obama ha dicho que "se asegurará de que las sanciones sean enérgicamente aplicadas", entre las que se incluyen algunas medidas de bloqueo económico.

El panorama es muy oscuro, los últimos acontecimientos hacen reaparecer el fantasma de una tercera guerra mundial. Según diversas agencias de noticias internacionales, el pasado 18 de junio se habían trasladado alrededor de doce buques de guerra de Estados Unidos e Israel (el país genocida de moda) a las cercanías del Golfo Pérsico y del mar territorial de Irán.

Lo que se teme es que ante el primer intento de inspección a una nave iraní, se desate una lluvia de misiles de un lado a otro. Irán ya ha manifestado su posición y no parece que vaya a retroceder y aunque no triunfe en el conflicto, puede causar daños imprevisibles en territorio israelí, esto sin contar con la movilización islámica que se generaría a nivel mundial, Irán no es Irak, igualmente Estados Unidos quedaría en una peligrosa posición como invasor directo o indirecto de una tercera nación musulmana, después de los desastrosos resultados de sus campañas en Irak y Afganistán. El otro ingrediente explosivo para la economía mundial es elevadísimo costo que podría alcarzar el barril de petróleo ante una agresión militar contra Irán, considerado el cuarto exportador mundial de petróleo con una producción aproximada de 2 millones quinientos mil barrilles diarios.

Asimismo, es necesario recordar el interés que siempre ha tenido USA en la soberanía de países ricos en hidrocarburos, en particular, por el petróleo Iraní y otras naciones del Medio oriente. El caso más cercano, muy parecido a éste: Según el juez del planeta (léase Estados Unidos): Saddam Hussein impulsaba la producción a gran escala de armas de destrucción masiva. En 2003 acabaron con ese gobierno, invadieron el país y aún están allí metidos cometiendo crímenes contra inocentes. Las citadas armas nunca aparecieron y en todas partes reina el caos y la muerte en atentados donde han muerto y siguen muriendo miles de soldados estadounidenses, sacrificados absurdamente por una causa perdida.

Algunos líderes mundiales plenamente conscientes de la situación han alertado al mundo, entre ellos Fidel Castro, quien a través de sus dos últimas reflexiones ha ofrecido detalles y su visión (en varias ocasiones profética) de lo que sucede.

Todos estos acontecimientos vienen ocurriendo a una velocidad vertiginosa, y ¿qué podemos hacer el resto de los países del mundo? La pregunta está en el ambiente, pero en medio de un sentimiento de impotencia, pues hasta ahora todo parece irreversible.