EL INSULTO BICENTENARIO II

El Episcopado Chileno pretende la reconciliación nacional entre víctimas y victimarios de la dictadura de Augusto Pinochet con el “noble gesto” del Indulto Bicentenario o Insulto Bicentenario para mejor decir, porque es un insulto a la dignidad de todos aquellos que perdieron la vida por un ideal, contra el pueblo chileno que libró enconadas batallas judiciales por ver al menos a alguno de los sabuesos de Pinochet tras las rejas y contra el criterio de justicia que debe privar en el mundo, ante hechos tan aberrantes.

¿Tienen conciencia estos prelados, qué se siente cuando torturan, violan y matan a una hija, cuando apenas era una estudiante de diecinueve años, o cuando una persona es lanzada en helicóptero viva a miles de pies de altura al océano, lo qué es ser sometido a descargas eléctricas de alto voltaje en los genitales, cuando las uñas son arrancadas con una herramienta metálica?, es obvio que no la tienen, porque no se han detenido a pensar en lo aterrador de estos hechos y en efecto, seguramente ninguno de sus familiares se encontró alguna vez en estas espeluznantes pesadillas, sin embargo, la iglesia, todo Chile y el mundo entero saben las barbaries de la dictadura de Pinochet.

En la vida de Sebastián Piñera hay significativos antecedentes de ligación al catolicismo. Su padre, José Piñera Carvallo, ingeniero, economista, político y diplomático, fue miembro fundador del Partido Demócrata Cristiano de Chile. El joven Sebastián estudió doce años en el Colegio del Verbo Divino de 1955 a 1967, uno de los centros educativos privados y católicos, más antiguos de Chile, con sesenta años de existencia y que según su filosofía, está destinado a formar “ ...líderes católicos que luchen por transformar la sociedad, haciéndola más justa y solidaria…”. Desde 1968 a 1971 estudia en la Facultad de Economía de la Pontificia Universidad Católica de Chile (otra institución católica y privada) donde se gradúa de Ingeniero Comercial. Posteriormente obtiene un doctorado en Economía de la Universidad de Harvard en 1975.

Su trayectoria como empresario es extensa y difícil de abreviar en este breve espacio, pero es del conocimiento público que no estuvo libre de escándalos y hasta serios problemas con la ley, como resultado de este accidentado camino financiero, logró amasar una fortuna, estimada para el año 2010 según la revista Forbes en 2.200 US millones de dólares, conseguir un presidente más burgués, católico y derechista, ¡IMPOSIBLE!. Por lo tanto la “alta gerencia” de Iglesia Chilena ve en Piñera a otro alto gerente, que especialmente en su condición de Presidente de la Nación, es el mandatario apropiado para apoyar y finalmente poner en ejecútese el contradictorio Indulto Bicentenario.

¿Hasta dónde llegarán las protestas y acciones jurídicas de los familiares de las víctimas de una dictadura, que ha colocado a Chile como referente inequívoco, a nivel latinoamericano y mundial, de la violación de los derechos humanos y cuya causa tendrá que enfrentarse contra el binomio de poderes (Iglesia-Estado), que ha cambiado nefastamente en múltiples ocasiones el curso de la historia?. Y ni hablar de la iglesia cuyos cimientos de dos milenios se han estremecido por una lluvia de denuncias de casos de pedofilia y corrupción interna, contando con la complicidad automática y encubridora del papado y de los respectivos episcopados.

¿Cómo es que se puede escoger la fecha de conmemoración del Bicentenario de una lucha tan noble como la independencia nacional de un país, para establecer una desfachatez jurídica de tales dimensiones?.

Esperemos que al final se imponga literalmente la razón de los justos, por ahora desde esta humilde tribuna nos corresponde expresar nuestra indignación ante otra postura injustificable y estruendosamente vergonzosa de la Iglesia Católica de Chile, que con su imperdonable actitud trata de sepultar la justicia y la verdad ante crímenes que según el derecho internacional se consideran imprescriptibles: crímenes de lesa humanidad.