ASAMBLEA OPOSICIONISTA: VIENTOS ANTI-REVOLUCIONARIOS

Las elecciones parlamentarias del próximo 26 de septiembre son cruciales para el país, que se debate sobre seguir construyendo el Socialismo del Siglo XXI en democracia y en paz o revertir todo lo que se ha alcanzado y regresar a las políticas neoliberales impulsadas por los dirigentes de oposición que defienden la derecha y la clase burguesa que saqueó Venezuela en la nefasta era puntofijista de más de 40 años.

La Revolución Bolivariana se juega su destino en estos comicios que serán un preámbulo de lo que puede acontecer en las presidenciales de 2012. Las estimaciones, o mejor dicho, el reto del PSUV es alcanzar dos tercios de la Asamblea Nacional (es decir, 109 diputados de un total de 165) para tener mayoría absoluta y garantizar la elaboración y consecuente aprobación de leyes con carácter social para el pueblo. La tolda roja quiere asegurarse la amplia mayoría previendo un escenario donde pueda haber diputados salta talanqueras que pongan en riesgo el control del Poder Legislativo, como ocurrió entre 2002 y 2005.

Es vital que las fuerzas revolucionarias tengan control de la Asamblea, pues este organismo es el que elige los titulares de los poderes Legislativo (el propio Parlamento), Judicial (el TSJ), Electoral (CNE) y el Ciudadano (Contraloría General de la República, Defensoría del Pueblo y la Fiscalía General de la República). Además, aprueba el presupuesto de la nación, otorga recursos para los programas gubernamentales y concede permisos para las ausencias y las salidas del Presidente de la República al exterior, entre otras importantes funciones.

Si la oposición es mayoría en la Asamblea Nacional puede revertir algunas leyes que benefician al pueblo y sabotearía otras que el Ejecutivo proponga. Puede promover la destitución del Presidente Hugo Chávez por la vía judicial y parlamentaria como pasó en Honduras. Podría destituir al Vicepresidente y a los ministros mediante la figura de los votos de censura, boicotearía tratados internacionales que firme el Jefe del Estado en nombre de la República y fomentaría el intervencionismo extranjero, promoviendo políticas neoliberales que deteriorarían el poder económico del ciudadano común. En resumidas cuentas, volveríamos al escenario de confrontación de 2002, 2003 y 2004 con sabotajes en todas las áreas sensibles del país.

¡Es necesario vencer! Es necesario que el pueblo en revolución sea mayoría en el Parlamento para fortalecer el poder popular y construir un sólido piso político para que el Comandante Hugo Chávez pueda optar a la reelección en 2012 y asegurar la continuidad de este proceso histórico que estamos viviendo. El pueblo debe seguir con su participación protagónica, pues conlleva al parlamentarismo social de calle o, como lo ha llamado el presidente Chávez, el Pueblo Legislador.

“Camaradas: Esta etapa exige un mayor compromiso de nosotros como revolucionarios. No desmayemos en seguir construyendo patria. El futuro para nuestros hijos y nietos es hoy. ¡Hasta la victoria siempre. Venceremos!”.