EL PSUV EN SU LABERINTO

La victoria del PSUV obteniendo 98 de las 165 curules de la Asamblea Nacional y con una votación nacional de más de 5,2 millones de sufragios fue contundente y sin precedentes. No obstante, la meta inicialmente fijada de conquistar los dos tercios del Parlamento no se alcanzó y según el presidente del partido, Hugo Chávez, “eso tendremos que evaluarlo con un profundo sentido autocrítico (…) por lo que se hace necesario aplicar las 3R (Revisión, Rectificación y Reimpulso), pero esta vez al cuadrado”.

Chávez prendió el botón de alarma, pues cerca de tres millones de militantes de la tolda roja no votaron, pese a que cada patrullero (la unidad mínima coordinadora del PSUV) debía garantizar 10 votos. En tal sentido, urgió “la necesidad de no desmayar y atender siempre a esa militancia que se abstuvo nuevamente de votar”. ¿Qué pasó? Hubo una debacle mayúscula en los estados Zulia y Táchira (gobernados por opositores) y causó gran sorpresa perder en Sucre, Anzoátegui y hasta en Petare, parroquia mirandina ésta última donde la oposición se está metiendo en los barrios como especie de gotita que va cayendo y poco a poco va llenando el pote o erosionando el piso.

Esta situación reviste mucho peligro para el proceso, pues aunque el Presidente sigue siendo fuerte en los sectores populares no lo es en la clase media que, a la postre, ha sido la gran favorecida con las políticas gubernamentales de vivienda, autos, créditos e impulso para pequeños y medianos comerciantes. El PSUV, si de verdad llega a aplicar las 3R, ahora al cuadrado y con miras al gran reto que significan las elecciones generales de 2012 (que incluyen presidente, gobernadores y alcaldes), debe hilvanar un discurso que retenga o eleve su caudal de votos y que además motive a los electores de la clase media para seguir construyendo la Revolución dentro del socialismo democrático del siglo XXI.

Ciertamente, el PSUV fue el partido con un mayor caudal de votos y la tolda política que fue su más inmediata seguidora(UNT), a duras penas pasó el millón, pero la oposición unida (en su odio a Chávez y no porque tenga alguna propuesta sensata de desarrollo de país) se está acercando cada vez más a dar una sorpresa que pudiera lucir desagradable para el pueblo llano, que ha obtenido voz y grandes conquistas con este gobierno. De hecho, el propio mandatario nacional está consciente de ello cuando, en sus Líneas de Chávez del domingo 03 de octubre de 2010, afirma que “la derecha va a usar sus espacios en la Asamblea con el único objetivo de sabotear y desestabilizar. Ya se ha puesto en evidencia, queriendo dar la impresión de que es mayoría y proyectándose así mediáticamente. No vienen los diputados de la contrarrevolución a trabajar por nuevas leyes, menos aun por Venezuela. “Vamos por Chávez”, han gritado. Su ambición es liquidar definitivamente a la Revolución Bolivariana”.

La oposición volverá a jugar sus dos cartas eternas: Una, el camino de la desestabilización, del atajo, de la aventura, del golpe de estado y del magnicidio; y la segunda, con máscara institucional, utilizará el foro parlamentario para preparar su gallo de pelea para el 2012. Allí se caerán a cuchillazos Julio Borges, Enrique Mendoza y María Corina Machado, y desde afuera querrán entrar a la carrera los gobernadores Henrique Capriles Radonski, Pablo Pérez y hasta César Pérez Vivas. La revisión, rectificación, el reimpulso del PSUV y del propio gobierno nacional, determinarán si estos personajes pueden pasar a la historia o no, como Frijolitos o Frijolita respectivamente, lo cual pareciera ser casi inevitable.

Analistas políticos, periodistas y hasta el propio ciudadano de a pie, dan cuenta que el Ejecutivo debe emprender una lucha a fondo contra la burocracia y la inseguridad, básicamente, y que haya sanciones ejemplares en casos como el de los alimentos descompuestos de Pdval, por citar un ejemplo. De hecho, gobernadores como el del estado Vargas, Jorge Luis García Carneiro, atribuyeron a estos problemas puntuales el descenso de votos del PSUV en los comicios parlamentarios.

Ahora más que nunca se hace necesario aplicar las 3R al cuadrado porque aunque Aristóbulo Istúriz afirme que con los 98 diputados rojos, que certifican la mayoría absoluta, la defensa de Chávez y de la Revolución está garantizada, “no hay que dormirse en los laureles”, como reza el refrán popular. Chávez lo sentenció: “No nos derrotarán. Pero tenemos que autocriticarnos y a fondo, para mejorar y recuperar (terreno) donde perdimos. La Revolución Socialista, democrática y bolivariana sigue su marcha. Nada ni nadie la detendrá. No habrá pacto con la burguesía”.

¡Que así sea Comandante!.El pueblo lo seguirá respaldando para construir juntos el gran sueño independentista de nuestro Padre Libertador Simón Bolívar. ¡Patria socialista o muerte, venceremos!.