Cuando un problema parece eternizarse en el tiempo, es decir, que lejos de encontrársele una solución se intensifica indeteniblemente día a día, la situación es realmente preocupante porque que cualquier medida que se adopte para enfrentarlo resulta infructuosa. El caos provocado por el tránsito de vehículos en Caracas es otro de los problemas estructurales sobre los cuales las autoridades responsables han perdido el control. ¿Quién puede controlar el aumento progresivo de la población en Caracas, cuando una gran mayoría de compatriotas del interior del país se viene a la gran capital a buscar trabajo y mejores opciones de vida?, a este conglomerado de personas hay que sumar desde luego los propios caraqueños que no son precisamente pocos, superan fácilmente los 3 millones y los extranjeros para establecer una cifra de más de cinco millones en total. ¿Quién puede controlar la cantidad de vehículos adquiridos que es cada vez mayor y continúa en acenso?.
Así mismo, poco o nada se puede hacer para resolver el problema del transito en Caracas si no tenemos un estado y un gobierno capaces de crear y hacer cumplir eficazmente las leyes tránsito terrestre, si se permite que los motorizados y automóviles estacionen en las aceras, manejar en sentido contrario, conducir una moto sin casco, que los autobuses se paren a recoger y dejar pasajeros en cualquier parte, crear zonas de estacionamiento improvisadas para todo tipo de vehículos, sin importar las interferencias con el libre flujo de la circulación, si igualmente las terminales del transporte público (autobuses, autobusetes, taxis, y mototaxis) se ubican excesiva y descontroladamente en toda la ciudad. Es evidente que éstas son variables que si deben y pueden ser controladas por las autoridades de los organismos competentes en materia vial.
Para “muestra un botón” reza el dicho popular en cualquier sitio de la urbe capitalina los motorizados conducen sin casco y en sentido contrario, incluso ante la mirada insensible de los policías nacionales y de los policías de tránsito, pero en el municipio Chacao no pueden hacerlo ¿por qué?, es obvio que las autoridades locales comenzando por la Policía de Chacao no lo permiten, porque mediante una vigilancia apretada y con multas, mantienen a raya a la gran mayoría de los infractores. Entonces mis amigos se puede o no, poner orden.
El arquitecto y urbanista Tomás de la Barra afirma "que la ciudad está atiborrada de autos porque tenemos poca vialidad'. Una explicación al incremento de vehículos en Caracas está en la facilidad dada los últimos años para adquirir vehículos…” (EL INFORMADOR.COM.VE).
“ Si la población del Distrito Capital supera los cuatro millones y medio de habitantes, y existen 1.389.455 autos particulares, sólo 30% de la población posee carro. Además, según una encuesta de movilidad de Inmetra, en 2007, la tenencia de vehículos por hogar, en promedio, es de 0,6 carros por vivienda. Las colas se estarían produciendo por ese 30% de personas que viajan en su automóvil.” (EL INFORMADOR.COM.VE).
Según el arquitecto de la Barra el tiempo estimado para una persona llegar a su destino puntualmente en la capital, independientemente de si vive en la propia ciudad o en las periferia es de dos horas, 56 % de los viajes se realizan en transporte público y 30% en autos particulares, esto rompería en opinión del citado arquitecto --quien participó en un estudio de movilidad realizado en Caracas en el 2005-- con el mito “de que la mayoría de los caraqueños viaja en su carro”.
Se calcula que en Caracas circulan diariamente un millón de automóviles, sin incluir los autobuses grandes o pequeños y las motos. “ [El fenómeno no es nuevo. Hace ocho años, de acuerdo a un artículo publicado en El Nacional por Patricia Pérez (Radiografías de Caracas), ya resultaba alarmante el tráfico en Caracas. Se decía allí que “desde 1967 hasta 1989 el incremento en la construcción vial fue únicamente de 400 kilómetros, mientras el incremento del número de vehículos fue de 200 mil a 600 mil”] “.( Blog Sin Gasolina.com)
Por otra parte algunos expertos en el tema vial consideran que la ampliación de distribuidores es una solución parcial, al igual que extender la anchura de calles y avenidas, incluso afirman que el construir pisos o niveles adicionales en las vías ya existentes, tampoco resuelve el problema de manera absoluta, ya que pronto se llenarán de vehículos.
No obstante en algo estamos todos de acuerdo, las compleja interacción social que implica la realización de algunas actividades humanas, sobre todo a gran escala, como el transito automotor de la superpoblada capital de un país, exige en primerísimo lugar orden, en el sentido estricto de la palabra, por lo tanto, si queremos un flujo de circulación vehicular más dinámico, tenemos que comenzar por cumplir normas que permitan reducir el caos vial, bien sea que dichas normas impliquen un buen comportamiento ciudadano en sí o que estén prestablecidas en el marco de las leyes de transito. Las primeras son inherentes a la ética personal y las segundas a un basamento jurídico, pero lo cierto, es que sin ambas ninguna sociedad puede funcionar, ni avanzar hacia el bien común.
sábado, 13 de noviembre de 2010
ORDEN Y VIALIDAD EN CARACAS
Las variables población y compra de vehículos pueden no ser controladas por lo menos en forma directa por el estado, aunque éste mediante políticas de desarrollo integral del país, puede contribuir a que las oportunidades de empleo no se focalicen mayoritariamente en la capital, puede fomentar la educación vial por diferentes medios desde la primaria hasta la secundaria para formar ciudadanos con una cultura de respeto a las leyes de transito, además de realizar campañas permanentes de concientización ciudadana al respecto. La primera acción requiere una planificación en todos los ámbitos de la vida nacional, la segunda está dirigida directamente al tránsito de vehículos y puede tener muy buenos efectos a corto, mediano y largo plazo, sobre todo en países en los que el civismo se ha visto erosionado al ritmo vertiginoso de la explosión demográfica.
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