“Asesinen a ese funcionario de la DIM como sea”, la orden, supuestamente habría sido dada por un alto jefe de seguridad de la gobernación del estado Zulia. La maquiavélica decisión presuntamente la acataron el ocho de agosto de 2007, unos funcionarios policiales. Al cumplirla se satisfizo la ira y la maldad de algunos sectores empeñados en silenciarlo.
Quien fuera Secretario de Seguridad y Defensa Ciudadana de la Gobernación de Zulia y ex comisario de la Disip, José Sánchez “Mazuco”, fue imputado de la muerte del funcionario de la Dirección de Inteligencia Militar del Ejército (DIM), Claudio Enrique Macías Briceño , cuyo cadáver fue encontrado ese ocho de agosto en una celda del Pabellón “B” del centro penitenciario El Marite a donde lo habían enviado en la mañana del día anterior. El entonces fiscal general de la República, Isaías Rodríguez, dijo a la prensa que efectivamente un alto funcionario de la Gobernación del Estado Zulia había ordenado su muerte.
El homicidio supuestamente lo llevaron a cabo 10 policías encapuchados , sujetos que debieron haber dado el todo por el todo a la institución a la que pertenecían y que en lugar de ello lo que hicieron fue someter a un ser humano a la tortura de la manera más despiadada, antes de quitarle la vida, al parecer por el pago 80 mil bolívares. Los presuntos asesinos fueron funcionarios que juraron defender la ley y la justicia. No se conformaron con sólo darle un susto. ¡No! Lo mataron, porque él era un enemigo, una seria amenaza, para los defensores de que a nuestro país vuelva un estado burgués, corrupto y capitalista, como el que sustenta el gobierno del estado Zulia.
La primera irregularidad del caso se presenta cuando Claudio Macias es detenido el 07 de agosto de 2007, ya que tratándose de un funcionario del DIM, debidamente identificado, se debió informar a las autoridades respectivas sobre esta inusual situación , claro está como la intensión era asesinarlo, no se hizo ninguna notificación.
A Macías lo torturaron y lo golpearon tan salvajemente que le causaron fractura de la columna y desprendimiento de extremidades superiores e inferiores. En un momento de locura criminal, mandaron a matar a un funcionario de la DIM que si bien pudo haber estado presuntamente inmerso en algunos delitos, no había ninguna justificación para el ensañamiento con que actuaron sus verdugos. Es difícil imaginar lo que es necesario hacer para que los huesos y articulaciones de los brazos, así como de las piernas de un ser humano se rompan y disloquen por la fuerza, además de la columna, sólo una mente demoníaca podría planear un hecho tan espantoso.
Macías tenía un expediente policial por intento de homicidio contra Mervin Enrique Lozano Dávila. También por extorsión e intento de homicidio a Alexander Morán y, además, por droga, según expediente del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) de fecha dos de febrero de 1987, pero Isaías Rodríguez dijo que cuando se detuvo a “Mazuco” en el mes de septiembre del año 2007, se manejaba la hipótesis de intereses de algunos sectores por silenciar a Macías, ya que el funcionario de la DIM realizaba investigaciones que podrían generar responsabilidades de gravedad para funcionarios zulianos. Rodríguez también señaló que había pruebas contundentes que apuntaron hacia “Mazuco”. “Testimonios, videos y fotografías tomadas por celulares que sumadas a un conjunto de llamadas telefónicas, llevaron al Ministerio Público a la creencia y la casi certeza indicaron de que “Mazuco” participó en el asesinato de Macías”, precisó.
José Sánchez fue condenado a 19 años por homicidio intencional calificado, en grado de complicidad; privación ilegítima de libertad y quebrantamiento de pactos y tratados internacionales. Candidato a la Asamblea Nacional por el partido Un Nuevo Tiempo(UNT), integrado a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), resultó electo como el cuarto parlamentario más votado del país en los comicios del 26 de septiembre de 2010, con 91 mil 812 votos; estuvo recluido en la cárcel de Ramo Verde en el estado Miranda y posteriormente fue trasladado al regimiento de la Policía Militar en Fuerte Tiuna.
La oposición tuvo la triste y vergonzosa ocurrencia de postularlo para que ocupara la vicepresidencia del órgano legislativo, utilizando a un diputado novato Richard Blanco, como vocero de esta proposición, contundentemente rechazada por los diputados revolucionarios, quienes conforman la mayoría en la actual Asamblea Nacional.
Quien dio la orden de enviar al más allá a Macías y quienes la ejecutaron indudablemente forman parte de un ejército de desalmados, al que hay que enfrentar con la leyes, para impedirle que continúe corrompiendo a la sociedad. Son cerebros carcomidos, seres siniestros, macabros, que no deberían existir porque tienen una sola obsesión: matar a cualquier persona que les estorbe en la realización de sus acciones delincuenciales y se interponga en sus oscuros intereses.
En programa especial dedicado al caso en Venezolana de Televisión, el pasado lunes de esta semana, a las 9 de la noche, la viuda de Claudio Macías, Graciela Hernández de Macías, expresó que al pasarle el teléfono al compadre de éste, Ángel Ciro Díaz, después de una difícil comunicación telefónica que se interrumpió varias veces, el fallecido agente del DIM afirmó : …Sí aquí estuvo, me esperó[…]…aquí estuvo Mazuco, me humilló, me puso una pistola en la cabeza y me dijo de aquí no sales vivo”.
Cabe destacar que para el momento de su detención, Macías estaba acompañado de su compadre, Díaz quien inmediatamente sería dejado en libertad, para que sus asesinos pudieran cumplir con su fatídico cometido.
No sintieron miedo, ni tuvieron escrúpulos, quienes debieron utilizar sus cargos para imponer la ley y se convirtieron en unos criminales, quizás puedan escaparse de la justicia terrenal, pero jamás del pueblo pensante y revolucionario, este y la justicia divina, serán los que verdaderamente sentencien a los responsables de un crimen que pasará a la historia del delito, como uno de los más horrendos crímenes cometidos en Venezuela.
No se puede permitir que en el digno recinto Asamblea Nacional haya individuos que tienen por objetivo burlar la justicia, mediante la obtención de una curul, hechos como estos son una degradación del sufragio universal, que deber servir para elegir a los mejores ciudadanos de una sociedad en representación del pueblo y para el cabal ejercicio de funciones públicas.
El oposicionismo y los medios privados han montado un circo mediático, según el cual, el ex parlamentario, es un mártir, un magnánimo líder político perseguido por el gobierno, pero más tarde o más temprano la verdad sale a la luz. Mazuco que como la marca de Caín lleva un apodo de hampón que borra su nombre, no pasa de ser un ex policía corrupto y autor intelectual de un crimen. Es imposible confundir inmunidad parlamentaria con impunidad parlamentaria.
El homicidio supuestamente lo llevaron a cabo 10 policías encapuchados , sujetos que debieron haber dado el todo por el todo a la institución a la que pertenecían y que en lugar de ello lo que hicieron fue someter a un ser humano a la tortura de la manera más despiadada, antes de quitarle la vida, al parecer por el pago 80 mil bolívares. Los presuntos asesinos fueron funcionarios que juraron defender la ley y la justicia. No se conformaron con sólo darle un susto. ¡No! Lo mataron, porque él era un enemigo, una seria amenaza, para los defensores de que a nuestro país vuelva un estado burgués, corrupto y capitalista, como el que sustenta el gobierno del estado Zulia.
La primera irregularidad del caso se presenta cuando Claudio Macias es detenido el 07 de agosto de 2007, ya que tratándose de un funcionario del DIM, debidamente identificado, se debió informar a las autoridades respectivas sobre esta inusual situación , claro está como la intensión era asesinarlo, no se hizo ninguna notificación.
A Macías lo torturaron y lo golpearon tan salvajemente que le causaron fractura de la columna y desprendimiento de extremidades superiores e inferiores. En un momento de locura criminal, mandaron a matar a un funcionario de la DIM que si bien pudo haber estado presuntamente inmerso en algunos delitos, no había ninguna justificación para el ensañamiento con que actuaron sus verdugos. Es difícil imaginar lo que es necesario hacer para que los huesos y articulaciones de los brazos, así como de las piernas de un ser humano se rompan y disloquen por la fuerza, además de la columna, sólo una mente demoníaca podría planear un hecho tan espantoso.
Macías tenía un expediente policial por intento de homicidio contra Mervin Enrique Lozano Dávila. También por extorsión e intento de homicidio a Alexander Morán y, además, por droga, según expediente del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) de fecha dos de febrero de 1987, pero Isaías Rodríguez dijo que cuando se detuvo a “Mazuco” en el mes de septiembre del año 2007, se manejaba la hipótesis de intereses de algunos sectores por silenciar a Macías, ya que el funcionario de la DIM realizaba investigaciones que podrían generar responsabilidades de gravedad para funcionarios zulianos. Rodríguez también señaló que había pruebas contundentes que apuntaron hacia “Mazuco”. “Testimonios, videos y fotografías tomadas por celulares que sumadas a un conjunto de llamadas telefónicas, llevaron al Ministerio Público a la creencia y la casi certeza indicaron de que “Mazuco” participó en el asesinato de Macías”, precisó.
José Sánchez fue condenado a 19 años por homicidio intencional calificado, en grado de complicidad; privación ilegítima de libertad y quebrantamiento de pactos y tratados internacionales. Candidato a la Asamblea Nacional por el partido Un Nuevo Tiempo(UNT), integrado a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), resultó electo como el cuarto parlamentario más votado del país en los comicios del 26 de septiembre de 2010, con 91 mil 812 votos; estuvo recluido en la cárcel de Ramo Verde en el estado Miranda y posteriormente fue trasladado al regimiento de la Policía Militar en Fuerte Tiuna.
La oposición tuvo la triste y vergonzosa ocurrencia de postularlo para que ocupara la vicepresidencia del órgano legislativo, utilizando a un diputado novato Richard Blanco, como vocero de esta proposición, contundentemente rechazada por los diputados revolucionarios, quienes conforman la mayoría en la actual Asamblea Nacional.
Quien dio la orden de enviar al más allá a Macías y quienes la ejecutaron indudablemente forman parte de un ejército de desalmados, al que hay que enfrentar con la leyes, para impedirle que continúe corrompiendo a la sociedad. Son cerebros carcomidos, seres siniestros, macabros, que no deberían existir porque tienen una sola obsesión: matar a cualquier persona que les estorbe en la realización de sus acciones delincuenciales y se interponga en sus oscuros intereses.
En programa especial dedicado al caso en Venezolana de Televisión, el pasado lunes de esta semana, a las 9 de la noche, la viuda de Claudio Macías, Graciela Hernández de Macías, expresó que al pasarle el teléfono al compadre de éste, Ángel Ciro Díaz, después de una difícil comunicación telefónica que se interrumpió varias veces, el fallecido agente del DIM afirmó : …Sí aquí estuvo, me esperó[…]…aquí estuvo Mazuco, me humilló, me puso una pistola en la cabeza y me dijo de aquí no sales vivo”.
Cabe destacar que para el momento de su detención, Macías estaba acompañado de su compadre, Díaz quien inmediatamente sería dejado en libertad, para que sus asesinos pudieran cumplir con su fatídico cometido.
No sintieron miedo, ni tuvieron escrúpulos, quienes debieron utilizar sus cargos para imponer la ley y se convirtieron en unos criminales, quizás puedan escaparse de la justicia terrenal, pero jamás del pueblo pensante y revolucionario, este y la justicia divina, serán los que verdaderamente sentencien a los responsables de un crimen que pasará a la historia del delito, como uno de los más horrendos crímenes cometidos en Venezuela.
No se puede permitir que en el digno recinto Asamblea Nacional haya individuos que tienen por objetivo burlar la justicia, mediante la obtención de una curul, hechos como estos son una degradación del sufragio universal, que deber servir para elegir a los mejores ciudadanos de una sociedad en representación del pueblo y para el cabal ejercicio de funciones públicas.
El oposicionismo y los medios privados han montado un circo mediático, según el cual, el ex parlamentario, es un mártir, un magnánimo líder político perseguido por el gobierno, pero más tarde o más temprano la verdad sale a la luz. Mazuco que como la marca de Caín lleva un apodo de hampón que borra su nombre, no pasa de ser un ex policía corrupto y autor intelectual de un crimen. Es imposible confundir inmunidad parlamentaria con impunidad parlamentaria.
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